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Ayer me quedé dormida en mi clase de yoga. Pero no en la relajación final, que es el momento de la clase en el que generalmente se escuchan los ronquidos. Me dormí mucho antes, a mitad de la clase. Y cuando me di cuenta de lo zombie que estaba, pensé "qué fiaca de continuar la rutina, suerte que estoy atrás y que en yoga nadie te mira".
Pero gracias a dios, de un momento al otro algo pasó -un movimiento/pensamiento- que mi conciencia se reactivó. Y trascendí el sueño. Me encanta relajar el cuerpo con los ojos (de la conciencia) bien abiertos.
Y hoy, sin ánimo de que nos quedemos dormidos acá mismo, quisiera que invoquemos esos momentos en que no pudimos contenernos... O que fuimos testigos de algún papelón ajeno.
Bondi, tren, clases, fiestas, tardecitas dando la teta, etc. ¿Dónde se quedaron dormidos y cómo lo vivieron? ¿Hay algo en particular que los relaje muchísimo? Y fuera del café, ¿qué los despierta o despabila cuando tienen que seguir "pilas"?
¡Feliz viernes y fin de semana para todos! A JUGAR con nuestros hijos. ¡¡¡Besos inmensos!!! Los quiero.
LA NACION