Ahorro a dos agujas
Aunque aquello de por algo será resulta odioso, en este caso es útil para confirmar que los precios del invierno habitan por las nubes.
Por algo será, entonces, que en la calle de las lanas a veces haya que hacer cola para comprar a buen precio el material que hecho suéter puede valer oro.
Sin desconocer que tejer está de moda (tanto, que algunas modelos cultivan el hábito en sus ratos libres), muchas mujeres lo hacen por necesidad porque no pueden pagar los 200 pesos (o más) que se pide, por ejemplo, por un suéter gordo de calidad. Tampoco faltan las que podrían pagarlo, pero se niegan porque afilan el lápiz y la ecuación no les da: si un kilo de buena lana ronda los 60 pesos, y para un suéter se necesitan 600 gramos, el costo será de poco más de 30 si las manos hacendosas son de una. Si no, habrá que pagar otros 30 o 40 para que una tejedora lo haga a medida. Claro que hay una tercera categoría: la que puede comprar el suéter, pero compra la lana y nunca la usa, para terminar comprando el suéter. Que de buenos propósitos está llena la vida.