Belleza en pastillas

El pelo, las uñas, la piel, la celulitis… Por vía oral podés ayudar cualquier tratamiento que estés encarando. Eso sí, no existe la pastilla mágica y lo que tomes va a ser un complemento que debe estar guiado por tu médico de confianza.

Ojo con las lucecitas de colores. No reemplaces tus rutinas diarias como el uso de cosméticos o medicamentos ni tus hábitos más saludables. Los complementos en cápsulas o comprimidos tienen beneficios, pero sus fórmulas no vuelven innecesarios todos tus esfuerzos.

No te automediques. Siempre que encares un programa integral contá con la supervisión médica porque la ingesta excesiva de algunas vitaminas pueden ser nocivas para la salud. Algunos suplementos de venta libre tienen concentraciones insuficientes que no resultan efectivas, por eso te conviene averiguar qué tomar y durante qué período. El médico te va a decir cuándo comprar o mandar a hacer.

Antiage. La mayoría de los principios activos presentes en las pastillas que te ayudan a retrasar el envejecimiento está en las frutas, verduras y los cereales. Pero a veces lo que comés no alcanza y necesitás suplementación de nutrientes de efecto antiaging por vía oral. Entonces consultá con tu médico y adoptalas. Contienen antioxidantes como los carotenoides que participan en el sistema antioxidante del organismo, intervienen en la síntesis de melanina y son un filtro natural de rayos UV. Los suplementos de betacaroteno son fotoprotectores de la piel. Los compuestos polifenólicos son antioxidantes y antiinflamatorios, y retrasan procesos de envejecimiento. El extracto de isoflavonas de soja previene la sequedad de la piel y retrasa la aparición de arrugas. El extracto de té verde evita el daño celular producido por los rayos UV. Por vía oral mejora la elasticidad de los tejidos si tenés fotoenvejecimiento moderado. Las vitaminas C y E son antioxidantes, y actúan una vez que la radiación ultravioleta penetró en la piel. Luchan contra el daño en la elastina y el colágeno. De entre los minerales, el selenio actúa en los sistemas antioxidantes junto a la vitamina E; el cinc interviene en la funcionalidad de las glándulas sebáceas, en la activación hormonal, en la regeneración de los tejidos y en el control de los procesos inflamatorios.

Para el pelo. La dieta equilibrada es fundamental para que tu pelo no se vea ni seco ni quebradizo o sin brillo. También para evitar su caída. Pero muchas veces hay que suplementarla con aminoácidos, vitaminas y oligoelementos, como cinc y cobre que aceleran su recuperación. Cuando notás que se cae mucho puede ser por falta de vitamina E, B y C, de proteínas, hierro y cisteína. El cinc, asociado a la vitamina B6, evita la caída y participa en la síntesis de la queratina, fundamental en la estructura del pelo. Para la caída tu médico puede indicarte un tratamiento a base de proteínas y aminoácidos que lo fortalecen. También puede incluir cisteína, metionina, biotina, vitamina B6, cinc y aspartame, especialmente indicados para fragilidad de pelo y uñas.

¿Problemas en las uñas? Reflejo de la salud, tus uñas sufren cuando faltan nutrientes en tu organismo. Las afectan la deficiencia de vitaminas, minerales y proteínas. La falta de vitamina A puede causar sequedad y uñas quebradizas. Cuando están frágiles o te aparecen líneas horizontales o verticales, les falta vitamina B. El ácido fólico es el encargado de mantenerlas fuertes y flexibles. El calcio es sabido que mantiene sanos y fuertes los huesos. Las uñas también lo necesitan. El silicio ayuda a que estén firmes y fuertes. Si tenés manchas blancas es porque te está faltando cinc. También el hierro es responsable de este tipo de manchas. En cambio, si lo que buscás es que tus uñas estén brillantes y flexibles, lo que necesitás son ácidos grasos omega 3. Si comés poco o nada de esto, es lo que te van a incluir por vía oral para unas mejores uñas.

Clásicas, contra la celulitis. La que esté libre de este problema que tire la primera piedra. En tu batalla no te limites a las pastillas porque vas a fracasar. Encará un plan que incluya comida sana (mucha agua, verdura, fruta, poca grasa, poca harina) y actividad física constante. Las pastillas, con componentes inocuos, pueden estar formuladas con centella asiática que estimula la producción de colágeno y ayuda al drenaje linfático; ginkgo biloba para estimular la circulación y actuar como antioxidante, y fucus que disminuye los tejidos adiposos. Las de venta libre son seguras. Si optás por un preparado magistral, sí o sí tu médico y tu farmacia tienen que ser de confianza para evitar el riesgo de que incluyan algún ingrediente que resulte peligroso. Y tené en cuenta que son un plus que actúa dentro de un plan integral; jamás vas a tener éxito sólo tomando pastillas.

Para adelgazar. De origen natural son de venta libre, sin contraindicaciones. Su acción es más eficaz en personas con ligero sobrepeso, o sea, con cinco a quince kilos de más. Como todo, deben ser parte de un plan integral y es aconsejable que tu médico sea el que esté al control del asunto.

Efecto bronceado. Si te gusta estar siempre quemada hay pastillas que estimulan la pigmentación, que contienen derivados de los carotenos. Dan más disponibilidad de melanina para broncearte. Pero te puede quedar un color naranja en las palmas de las manos y en las plantas de los pies si te excedés. Si las tomás sin control puede darte hipervitaminosis A, que provoca caída de pelo y sequedad de la piel. Si recurrís a estas pastillas que sea con mucha precaución y siempre bajo supervisión médica.