Esencia muy dulce
El primer perfume de Araceli González, Sucrerie
No se trata de un perfume en el que tan sólo etiquetaron su nombre. Es suyo de la S a la e: le insumió tiempo, imaginación e inversión. Araceli González recibe en el Alvear y la envuelve una esencia dulce... Sucrerie, su primer perfume. Lo lleva en su cartera, con orgullo.
Sucrerie, dulce en francés, se presentó en un cóctel en el Roof Garden. Con un vestido de gasa rosa, volados en el corset (de Laurencio Adot), la anfitriona mostró su lado más femenino. Esta vez rubia, se sacó fotos con su hija Florencia, vestida de Miu Miu, y con su hijo Toto, que registraba todo lo que hacía su mamá con una máquina de fotos. Así, en familia, la actriz, modelo y ahora creativa y empresaria presentó no sólo un perfume, sino el nombre de una marca que apenas empieza.
-¿Cuándo nació la idea de hacer un perfume?
-Me interesaba hacer una marca que fuera incorporando líneas de productos. Hace cuatro años tenía un proyecto de cosméticos, después un spa, pero como vi que había una invasión en el mercado de esos productos, los deseché. Por otra parte, no quise poner mi nombre, no me gustaba. Además... ¡hay tantas González! Quise poner un nombre diferente. Y para hacer una marca con diferentes productos me pareció que empezar con un perfume era una buena idea. Gracias a Florencia Torrente y a Fabián Mazzei, en un año todas las notas se embotellaron en un frasco.
-¿Y cuál será la familia de productos?
-Sucrerie es dulce. La idea es que podamos hacer bombones, ropa interior. Imagino un lugar donde uno pueda entrar y tener una selección de todo.
- ¿Por qué no aceptaste antes ponerle tu nombre a un perfume?
-Me lo habían ofrecido hace años, pero no me interesó porque no podía hacer un producto y sólo darle mi nombre, yo no lo manejaba. Me gusta estar ahí, tomar decisiones, elegir. Por eso me pareció coherente que la inversión fuera mía.
-¿Qué caracteriza al perfume?
-Tiene esencias importadas de Francia, muy buena fijación; ya que tiene un 15 por ciento de esencia. Es una auténtica eau de parfum.
-¿Por qué un nombre en francés?
-Porque lo que más vinculo con un perfume es Francia y, además, yo amo París. Con la gente de diseño, queríamos usar en el logo diferentes letras góticas, con otros estilos. Queríamos lograr la imagen de lo que era antiguamente el perfume francés, con su botella clásica; chapita diferencial, bañada en plata. Un producto clásico y distinguido. Tampoco quería ponerle vaporizador porque me gusta lo antiguo. El próximo tal vez sea así.
-Tiene algo de nostalgia...
-En cuestión de aromas, soy muy intensa. Los aromas marcaron etapas. No puedo olvidar la colonia que mi abuela usaba siempre. Tenía un frasco cuadrado. Yo lo identifico con ella.
- Y la fragancia, ¿qué te evoca?
-Hace cuatro años se había puesto de moda lo gourmet, y me gustó mucho. Lo que hicimos fue mezclar esencias: mousse de chocolate, ámbar, hiedra inglesa, jazmín, almizcle, una gran variedad de esencias. En el primer impacto decís... esto es chocolate . Pero no se trata de un dulce empalagoso. Tiene un aroma particular: el jazmín me encanta, mi casa siempre está llena de jazmines, la aromatizo, incluidas las habitaciones de mis hijos. El ámbar, una flor blanca que me gusta. Hojas de hiedra, más exótico. Mousse de chocolate, redondea, envuelve; vetiver: planta de la India, la usan para serenarse, cambia estados emocionales. Algo zen.
-¿Es para el día o la noche?
-Mi hija lo usa día y noche. Lo lleva en la cartera. Es cómodo, muy femenino. Creo que un perfume marca la personalidad de una mujer. Me preguntaron si lo había pensado en función del hombre. No, es para que le guste a la mujer. De hecho, el testeo lo hice entre mujeres. Algunas lo prefieren más cítrico, otras más floral. Este tiene todo.
-¿Es para un segmento en particular?
-No pensé en una edad. El perfume tiene que ver con la personalidad. Flor lo usa, yo también. Y está bueno usar algo que ideaste vos. Pensé: quiero que sea un perfume que yo tenga ganas de usar. Algo sencillo, accesible, que quien lo lleve encuentre un buen producto con diseño.
-¿Cuánto tiempo llevó su desarrollo y con qué laboratorio?
-Tardamos un año y elegimos por recomendación el laboratorio De Nicolo. Fue increíble hacerlo, tuvo un gusto especial. Nos complementamos mucho con Fabián y Florencia. Todo el tiempo estuvimos creando, imaginando, informándonos sobre las esencias, cómo se hacen, qué hace que perduren, para hacer algo digno de nuestro país. Es un producto que amamos, nuestro hijito.
-¿En qué otros productos estás trabajando?
-Estamos con el diseño de indumentaria femenina. La idea es incorporar diferentes líneas. Antes las mujeres éramos más femeninas para vestirnos. Hay cosas que se fueron perdiendo. Nosotras estamos ocupadas con muchas cosas y quiero ofrecer algo que pueda complementarse con la mujer actual, y que sea muy femenino. Estamos pensando en el Día de la Madre para un lanzamiento específico. Espero ofrecer algo nuevo en fechas importantes.
-¿Cómo te ves como empresaria?
-Me veo muy buena creando, pero en los negocios... ésa no es mi parte. Por suerte Fabi y Flor me dicen que empecemos de a poco. Ese equilibrio me lo dan ellos. Si fuera por mí, como geminiana, ya hubiera abierto la Maison Sucrerie...
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