Flor de diseño
Se llama Rudbeckia, nombre de una flor poco común, como sus creaciones. De Lorena Pafundi, una propuesta con mucho color y materiales no convencionales sobre hormas trendy. Pensados para el día, pero ideales para la noche. Un trabajo personal que, en su fábrica, convive con el desarrollo de productos para marcas de moda
Obsesionada por andar detrás de "ese zapato diferente" y coleccionarlo, groupie de diseñador y encaprichada con la moda. Así se define Lorena Pafundi, creativa de Rudbeckia, la marca de zapatos de autor vista en la última edición de BAFWEEK, pero con experiencia en el mercado. Desestructurados, no convencionales, en materiales reformulados y siempre con color. Sus zapatos son objetos, piezas personales, elaboradas, tan originales como su nombre: una flor dispuesta en forma de cono, con los rayos señalando hacia abajo, margaritas miradas desde abajo.
Lo suyo es de líneas orgánicas, algunas más geométricas, con estructuras elásticas y apliques, sobre texturas no convencionales en la marroquinería. Trabaja con hormas de tendencia y hace de ítems de moda su principal guiño. Aun con esta característica trendy, sus piezas son atemporales y también versátiles, ya que incluso pensadas para el día son ideales para acompañar un look de noche.
"Empecé como groupie , siguiendo al diseñador Rubén Troilo, que entonces era mano derecha de Jessica Trosman. Hacía de vestidora (las que ayudan a las modelos a vestirse) y después de asistente de producción. En los backstage siempre me desesperaba por los zapatos, por verlos, tocarlos e indagar cómo quedaban terminados. Y si alguien consultaba algo, me ofrecía a dibujarlo. Incentivada por el ambiente fashionista, me animé a empezar a dibujar lo que se me antojaba, a calzar mis ideas sobre zapatos."
¿Cuáles? "Cómodos ante todo, con una buena compensación de alturas, entre taco y plataforma. El taco suele definirse primero, después busco materiales, avíos y, generalmente, cueros texturados. La forma se define a último momento. Me gusta mucho el contraste de colores lisos y también de materiales. No cubro alturas, formatos y puntas como una serie en colección, sino que terminan siendo piezas libradas al capricho y a la necesidad creativa, es decir, que impliquen elementos que me gustan."
Pasiones que inspiran
La botánica, su otra pasión; insectos disecados, piezas de joyería, piedras, cuarzos, así como musicales y películas de culto, la inspiran y disparan su imaginación; "inconscientemente, de manera impensada, algo de todo esto termina, aunque sea de manera subliminal, en los zapatos".
Con la libertad de abrirse cual una rudbeckia, hace una interpretación de la moda con mucha tonalidad. Innova con las terminaciones, como un acabado con pintura de auto en tacos; tacos inyectados de plástico con un batik en flúo. Para esto cuenta con una fábrica propia, familiar, donde también desarrolla productos terminados para otras marcas, María Vázquez, De la Ostia, Chocolate y A.Y. not dead, entre otras. "Y me encanta promover propuestas nuevas, más experimentales, como Jikari.
"Tal vez por memoriosa, por recordar mi necesidad inicial, logro responder a la necesidad del mercado emergente. Y consagrado, claro, después de acompañar las últimas colecciones de Jessica Trosman, trabajo codo a codo con Garza Lobos." Entre el diseño de autor y el de las marcas de moda, un buen equilibrio.