Imprimir zapatos. La tecnología 3D promete revolucionar la industria del calzado
Aquello que 30 años atrás parecía ciencia ficción, hoy es la realidad de un momento cultural edificado por la innovación y las posibilidades que brinda la tecnología. La moda siempre imaginó el futuro desde la estética espacial, pero el presente tiene fantasía y la capacidad de mutar, donde la oportunidad de descubrir lo nuevo sucede a cada rato. El futuro llegó. La impresión 3D no es una novedad pero sí está cada vez más cerca de ser accesible, por lo menos para la mesa de trabajo de la industria de la moda.
Puntualmente en zapatería, la impresión 3D aparece como una alternativa sostenible ya que los desarrollos de los prototipos de zapatos permiten reducir en un 30% los costos y el 90% del tiempo de espera para avanzar con la colección. Al utilizar esta técnica en el proceso de diseño es posible resolver y visibilizar errores antes de iniciar la producción.
Iniciativas brasileras
En São Paulo tuvo lugar la décima edición de Inspiramais, el salón de Diseño e Innovación de Latinoamérica. Allí se presentaron desarrollos y proyectos que canalizaron el vínculo entre la industria textil y los fabricantes para luego llegar al gran público. Inspiramais propone innovar, experimentar y ser creativo con la identidad de una empresa, luego comenzar un proceso que baje esas inspiraciones a un proyecto de diseño tangible para convertir, más tarde, esa idea en un producto que se convierta en moda. En esa instancia, en el Jardim das Laranjeiras, el sitio donde se armó la feria durante 2 días, el foco estuvo en el uso de nuevos materiales aplicados a partir de materias orgánicas y reciclables, tintes de extractos naturales y las posibilidades que ofrece la tecnología 3D para ser implementadas ya en la rutina laboral de los creadores y fabricantes. En este contexto, dos impresoras fueron lanzadas para trabajar en el sector del calzado como nuevo método de la producción zapatos.
La impresora MakerBot recibe las directivas desde una app y se pone en marcha con materiales de distintas resistencias mecánicas. Opera de manera continua con polímeros y termoplásticos que son ablandados por el calor y endurecidos por el frío hasta dar con el punto justo para armar un zapato apto para ser probado. Visionaria, la arquitecta Zaha Hadid (fallecida en 2016) probó esta disciplina con la marca Melissa en 2008 al realizar un zapato de plástico de aspecto futurista. La diseñadora paulista Andreia Chaves diseñó un zapato transparente para el diseñador Herve Leger que fue presentado en 2011 en la semana de la moda de New York. El tiempo de prueba se acabó y en el mercado es posible encontrar productos con esta tecnología. Por ejemplo, Adidas y Puma ofrecen el 3D junto a las propiedades wearables que conviven en sus zapatillas generadas con esta impresora.
Las compañías Killing, IBTeC y X4 Information presentaron en Inspiramais una impresora 3D que permite agilizar los procesos del desarrollo de los zapatos y customizar las formas en la etapa inicial, lo que permite modelar los prototipos reduciendo el tiempo de 30 días a 2 días de espera para iniciar la fabricación.
El 3D se mantiene como una tecnología costosa para implementar en los grandes volúmenes que operan en la moda, pero las continuas novedades que se implementan acortan los plazos para que a la brevedad sea más accesible diseñar e imprimir piezas. De esta forma, se apunta a reducir el consumo y personalizar los ítems a la identidad del usuario, dos temas que forman parte de la conversación actual de la moda. Pero queda el desafío de encontrar un precio amable al bolsillo del nuevo sistema de la moda y un look & feel apto para que los materiales sean más agradables al uso y estéticamente bellos. Una rutina de trabajo entre una máquina, la impresora en este caso, y el equipo creativo refleja el ritmo de la moda de hoy donde la expectativa no está en que la tecnología reemplace la mano del hombre sino que potencie su talento y optimice el tiempo entre el borrador y la llegada de los zapatos a las tiendas.