Carolina Prioglio es periodista y vive en New York. En la ciudad de la moda trabajó en la productora de desfiles Bureau Betak hasta que eligió dedicarse a la belleza slow. Su inquietud surgió en 2010, en Buenos Aires, investigando para una nota sobre belleza orgánica que la incentivó a realizar la certificación en desarrollo de cosmética orgánica. Así nació Maison Made, una marca de cuidado holístico de la piel que realiza sus productos mediante el cultivo de plantas y hierbas medicinales en una granja de Borgoña, Francia. En su camino sustentable, Carolina involucra a través de @maisonskin a los usuarios para que sean parte de este proceso. "El mercado de la cosmética es uno de los más saturados, así que si vamos a agregar un producto más, tiene que estar a tono con la realidad de hoy en día", dice. Mientras tanto, la piel se favorece: "Está más saludable y balanceada, menos reactiva o sensible, con más luminosidad y mejor tono, con líneas de expresión y arrugas menos pronunciadas", cuenta sobre seguir una filosofía con ingredientes naturales. La diferencia entre llevar una rutina con productos sintetizados en el laboratorio y otra que propone conocer la composición de un producto que se aplica todos los días.
~ ¿Por qué lanzar tu propia línea de belleza?
Me formé en periodismo y trabajé como periodista de moda y belleza para medios como el diario La Nación y la revista Harper’s Bazaar, entre otros, hasta que las circunstancias me llevaron a irme a vivir a Nueva York, donde resido actualmente. Seguí trabajando en el sector de la moda para una productora de desfiles y eventos y al notar que el sector de la belleza natural crecía, me decidí a buscar si existía un instituto que enseñara formulación de belleza natural. Terminé haciendo una certificación en desarrollo de cosmética orgánica y aquí estamos!
~ ¿Qué significa la sostenibilidad en la marca?
Maison/Made es una marca que tiene a la sostenibilidad como norte. Cuando decidí comenzar a desarrollar una línea de cosmética natural, supe que iba a utilizar ciertos recursos del planeta para poder crear nuestros productos y entendí la responsabilidad que eso conlleva. Por eso, buscamos una manera de generar un balance. No solamente tomar, sino también crear, devolver. Nos la rebuscamos para producir nuestros propios materiales al cultivar todos los botánicos que forman el ingrediente principal de nuestro serum facial, el primer producto de belleza de nuestra línea, y de cultivarlos siguiendo los principios de la agricultura biodinámica, que es el sistema de agricultura más sostenible que existe que tiene como foco cuidar y nutrir la tierra con los mismos recursos que la granja produce, para generar cultivos de calidad superior. Teníamos un espacio de tierra disponible entonces no lo dudamos
~ ¿Cómo fuiste componiendo el catálogo de productos?
Lanzamos la línea con un sólo producto, un concentrado facial antioxidante que embotella nuestro jardín biodinámico y la vitalidad y pureza de los materiales que cultivamos. Queríamos arrancar con un producto que fuera fiel reflejo de nuestra filosofía de ofrecer productos para el cuidado de la piel lo más cercanos a la naturaleza posible y con una efectividad superior sobre la piel gracias a la vitalidad de los materiales con los que trabajamos y la sinergia de la formulación. Nuestro proceso es lento y laborioso: estamos en todos los pasos, desde el cultivo de los materiales botánicos, hasta el desarrollo de las fórmulas, la formulación y el embotellado que realizamos a mano, así que decidimos comenzar con un sólo producto. Además producimos en series limitadas para asegurar la frescura y la vitalidad, y porque creemos que este tipo de cosmética no está pensada para ser producida de forma masiva, sino ser tratada como un ítem preciado que la naturaleza le ofrece a la piel. Cada producto de nuestra línea está pensado como multifuncional, para ofrecer más de un beneficio y utilidad singular. De esa manera, incentivamos la simplificación de la rutina y la necesidad de valerse de un sinnúmero de productos y pasos para tener la piel linda y sana, lo que, en definitiva, estimula un consumo de belleza más sostenible.
~ ¿Cómo obtenés los ingredientes?
Muchos provienen del jardín biodinámico que comenzamos a inicios del 2018 con mi pareja (que creó Maison/Made conmigo) en un terreno que su familia mantiene desde hace mucho tiempo en la región de Borgoña en Francia, el cual fue pasando de generación a generación y cuya tierra estaba sin utilizarse por varios décadas. Esos ingredientes (alrededor de 25 especies botánicas en la actualidad, más otras que crecen silvestres en abundancia en la propiedad) son cosechados al pico de su vitalidad y pasan, luego, por un proceso de secado que asegura la retención del perfil fitonutricional de cada planta con la que después trabajamos en nuestros productos de distintas maneras, siempre manteniendo la integridad de cada botánico. En el caso de aquellos ingredientes que no podemos cultivar por cuestiones de clima/zona, o no tenemos la capacidad de procesar, trabajamos con granjas y productores que comparten nuestros mismos valores y producen ingredientes biodinámicos, o, como mínimo, orgánicos certificados. Todo este proceso, como te imaginarás, conlleva muchísimo más tiempo y trabajo que simplemente comprar materias primas online, que es lo que sucede en el caso de muchas marcas de belleza, pero vale la pena porque genera un cosmético de calidad excepcional.
~ ¿En qué consiste una rutina orgánica de cuidado de la piel?
Una rutina básica consiste los siguientes pasos: limpieza una o dos veces al día (principalmente una limpieza profunda de noche), seguida por la aplicación de un tónico, bruma facial o esencia que le devuelve a la piel hidratación y humectación después del paso de la limpieza que, dependiendo del tipo de productos con los que uno se limpie, puede dejar a la piel relativamente seca, y que la prepara para que el resto de los productos que se aplican luego sean absorbidos más eficientemente; luego se puede aplicar un suero rico en componentes humectantes y revitalizantes como los factores de hidratación natural, polisacáridos como el ácido hialurónico, vitaminas hidrosolubles como las vitaminas B y C, el aloe vera, ciertos minerales o aminoácidos, para luego sellar con un suero a base de lípidos, ceramidas, ácidos grasos, nutrientes, antioxidantes y otros activos como minerales liposolubles y las vitaminas A, E, D y K, que le devuelven a la piel elasticidad y luminosidad, la protegen y rejuvenecen. Igualmente, los cuidados para cada persona depende de las necesidades específicas de la piel.
~ ¿Es necesario consultar con un dermatólogo al iniciar esta filosofía?
Me parece una buena idea recurrir a un dermatólogo para chequear la salud de la piel y entender sus particularidades y necesidades para luego saber qué tipo de productos naturales conviene incorporar en el ritual. Una cosmiatra o esteticista, si bien tiene una formación distinta a la de un dermatólogo, puede ayudar a orientar en este aspecto también.
~ En lo personal, ¿cómo transitás la sustentabilidad?
La polución medioambiental y el cambio climático son circunstancias que nos tocan a todos los seres vivos, nadie le escapa, y tienen una importancia suprema hoy en día. Mirar para el costado no es una opción, así que trato de implementar pequeños cambios en mis hábitos de consumo y utilización de recursos: le digo que no al plástico, sobre todo al descartable, en casa trato de almacenar en frascos; trato de no comprar online demasiado para no generar desperdicios innecesarios y de compañías que toman en serio estas problemáticas; trato de comer en línea con lo que hay disponible en cada estación (porque además es más sano) y, en lo posible, favorezco alimentos que fueron producidos localmente y tengo mi botella de metal conmigo en la cartera que uso para agua, té y café cuando no estoy en casa. Si bien este es un problema que tiene décadas y décadas, hasta no hace mucho uno celebraba los objetos y servicios que le hacían la vida más fácil a uno, pero ahora está claro que viene con un costo. Igualmente, creo que uno tiene que hacer su parte, y lo mejor que puede, sin criticar al otro, porque es peor.