Belleza en el mar. Playa gym spa
Desde caminatas sobre la arena y clases de surf hasta una alimentación rica en pescados. Disfrutá de tus vacaciones y descubrí todos los beneficios de estar frente al mar... ¡Chau, estrés!
Así como tenés que cuidarte del sol y del viento en la playa, también podés sacar partido de sus múltiples beneficios. No sólo tu piel puede verse mejor después de unas vacaciones junto al mar, sino que tu alimentación puede enriquecerse si aprovechás la pesca del día.
PIEL
Ventajas del mar. El zinc, el potasio, el yodo y los oligoelementos que contiene el agua del mar son aliados de la piel. Si tenés alguna herida, por ejemplo, el agua de mar, con sus propiedades antibióticas, resultará un eficaz cicatrizante. Tiene además una acción desintoxicante, ayuda a oxigenar la piel y reequilibra su ph. Siempre recordá la necesidad de la ducha después del baño de mar para eliminar la sal.
El aire de mar te hace más linda. Saturado de pequeñísimas gotas de agua de mar, el aire marino contiene ozono, yodo y iones negativos que aportan propiedades antibióticas, calmantes del sistema nervioso y estimulantes de las defensas del organismo. El viento costero actúa como masajeador y deposita sobre tu piel sales marinas que aumentan su flexibilidad. También el aire de mar hace lo suyo al combatir el estrés y la tensión, lo que repercute en la piel, que se ve beneficiada de los óptimos estados de ánimo.
Cara. Los días que estés al lado del mar hacete pulidos con exfoliantes suaves una vez por semana y bañate en agua de mar. A la noche adoptá una crema con ADN marino, hidratante y antioxidante. De día usá un suero de vitamina C y pantalla solar 50+. Las máscaras de algas son nutritivas y antioxidantes. El desafío en días de sol y de playa es conservar la hidratación. Para eso optá por cremas que eviten la pérdida transdérmica de agua, como las que tienen ácido hialurónico. La urea es otra opción que impide la pérdida de agua a través de la piel. Te pueden servir también otros ingredientes como la elastina, el colágeno, el ginseng, la soja y la uva. Si la piel se te enrojece fácilmente por el sol, tené siempre a mano una crema con manzanilla, aloe vera, té verde, avena o hamamelis, que son calmantes y descongestivos. ¿Para limpiar la piel sensibilizada por el sol, el viento y el mar? Usá una emulsión que humecte, que sea hipoalergénica, no comedogénica, sin perfume, testeada dermatológicamente. Si tu piel es muy sensible, limpiala con leche tibia.
Cuerpo. Para tu higiene usá jabón neutro de avena, ya que es emoliente y es apto hasta si sos alérgica. Al aire libre elegí ropa inteligente que filtra rayos UV además de protector solar de FPS 30 o más, renovándolo cada tres horas. Para hidratar elegí una crema con aloe vera, ceramidas, glicerina o proteínas de soja, y aplicala por lo menos cuatro veces por día. Los postsolares son necesarios si no te cuidaste del sol como debías. Las algas son emolientes, hidratantes y antioxidantes, y podés usarlas en máscaras compradas. Para que sus beneficios lleguen a la piel el producto tiene que tener un vehículo adecuado que traspase la barrera cutánea. La opción casera no se absorbe en la piel, aunque, cosméticamente, si te quemaste de más, el alga hidrata y saca el calor del momento. Pero no va a tener la acción de una máscara que te compres.
Pies. El pulido semanal que hacés con productos abrasivos y posterior humectación con cremas con urea, superhidratante, podés hacerlo con la ayuda de la arena si estás en la playa. ¿Cómo? Frotá suavemente los pies por la arena durante unos minutos. Después bañate en el mar y la piel de tus pies quedará luminosa. Cualquier crema que apliques después va a penetrar mejor. Tené en cuenta además que caminar por la arena descalza es un buen masaje que relaja. Si tus pies están muy secos, a la noche colocate aceite de almendras, que combate la sequedad gracias a su emoliencia e hidratación.
ALIMENTOS
Aprovechá. El consumo de pescado, sobre todo el de profundidad, está vinculado a la belleza. Éstos soportan muy bajas temperaturas y su grasa es líquida. Son ricos en omega 3, es decir, en ácidos grasos poliinsaturados, antioxidantes ricos en vitamina E. El omega 3 del pescado ayuda a producir serotonina, hormona que mejora el estado de ánimo. Reduce el estrés y la depresión y disminuye las enfermedades cardiovasculares. Se encuentra en el atún, la merluza negra, el palo rosado, la brótola y el salmón rosado, que es la estrella porque tiene más proteínas por gramo que la carne vacuna y tiene una acción antiage. Además es antiinflamatorio y tiene efecto tensor.
Equilibrio nutricional. Como todas las carnes tienen valor nutritivo, alternalas así: tres veces por semana comé carnes rojas, dos veces aves y de dos a tres veces pescados y mariscos. Los pescados enlatados, como la caballa, la merluza o el atún son igualmente nutritivos.
Cuando vayas a comprar. El pescado fresco, debe tener los ojos brillantes, las escamas adheridas y brillantes y la carne firme. Si es en conserva, que el envase esté sano, sin golpes, abolladuras y que no esté hinchado. Y fijate la fecha de elaboración y de vencimiento.
¿Cómo cocinarlos para que no pierdan su valor nutritivo? En trozos grandes a fuego fuerte, evitando que se pasen. Consumilo bien cocido, con color uniforme para asegurarte de que no hay riesgo de contaminación. El pescado puede ser asado o al vapor. Si vas a hervirlo, que la cocción sea rápida y con poca agua para que no se desmenuce. No recalientes varias veces la preparación porque va a perder sus nutrientes. Ojo que el pescado no dura más de un día y tenés que guardarlo a menos de 1 grado centígrado. Y evitalo si sos alérgica.
Asesoramiento: Karina Nadur y Ezequiel Chouela, médicos dermatólogos miembros de la Sociedad Argentina de Dermatología; Karina Fuks, nutricionista docente de la UBA; María Rolandi Ortiz, médica cirujana directora de Centro Romedical Art; Liliana Grimberg, nutricionista coordinadora del Área de Nutrición del Centro Terapéutico del Dr. Máximo Ravenna; Marcela Marrero, médica dermatóloga del hospital Penna. Laura Abramowitz, coordinadora de técnicas de gimnasia y Pilates de Megatlón; Cintia Feito, profesora y formadora de yoga y Gerardo Sosa Mandl, profesor de acqua gym, en el Balneario Daytona Beach, Miramar (www.daytonabeach.com.ar); Ramiro Ventura, instructor de ashtanga yoga en Gungur (www.gungur.com); Manuel Gorostiza, coordinador en Goro's Beach Escuela de Surf, Miramar.Maquilló y peinó: Luli de la Vega, de De la Vega Make-Up