Tendencia. El amarillo vino para quedarse
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LA NACIONAlejandro García
El amarillo rankea fuerte y no solamente en las pasarelas. Es también el color de los taxis de Nueva York donde, si hacemos memoria, Carrie Bradshaw combinaba y potenciaba sus looks cada vez que levantaba el brazo para llamar a uno.
Desde los tiempos de la alta costura de Yves Saint Laurent en los 80s que no se veía tan fuerte este tono en la moda, que hoy podemos decir es un color político. Atrás quedaron los Minions. Hoy el amarillo simboliza la rebelión y la protesta de los chalecos amarillos de Francia. Tan importante es el valor del amarillo y de los chalecos, que Vanessa Friedman, la directora y crítica de moda del New York Times, predijo que terminará en un museo "como una de las prendas de protesta más efectivas de la historia". También la revista Vanity Fair española habló de el y lo declaró el color del siglo XXI.
Como si se tratara de una historia de Montescos y Capuletos, amor y odio toman partido con opiniones a favor y en contra: se lo juzga de difícil por ser demasiado claro para las rubias y demasiado chillón para las morochas. Sin detenerse en que simboliza desprecio si viene en forma de ramo de rosas de regalo. Depende el cristal con que se lo mire cambia la perspectiva, y para los chinos se trata de algo sagrado y solo los emperadores podían vestir de amarillo, y para los griegos y egipcios se convirtió en símbolo de poder. En política, en la mayoría de los países europeos se lo asocia a los partidos liberales.
Historias recientes
En diciembre del año pasado el día de la presentación de Mi historia, el libro de sus memorias, Michelle Obama vistió de amarillo: una camisa y una pollera envolvente de satin signée Balenciaga al igual que las botas leggings de alto impacto de glitter dorado. Sin olvidar que el día de la asunción de su marido como presidente estaba vestida de amarillo por la recientemente fallecida diseñadora cubana Isabel Toledo.
¿Quién no recuerda a Rihanna en la Gala del Met de Nueva York del 2015 Manus X Machina y el espectacular vestido con capa extra large del diseñador chino Guo Pei que dio lugar a memes de todo tipo? Polémica y punto seguido.
En la última gala del Met Campus: Notes on Fashion, Serena Williams llegó con un vestido Versace y zapatillas al tono. A fuerza de exposición Celine Dion es, desde el año pasado, el nuevo ícono de estilo del fashion system. Con o sin lugar para la vergüenza y el bochorno, entre el disfraz y la tendencia o los flashes y la fama en redes sociales, el año pasado la cantante se paseó por París enfundada en un vestido de seda diseñado por John Galliano para la firma Martin Margiela.
¿Alguien más? Si. Amal Clooney dejó boquiabierto al mundo cuando en mayo del 2018 apareció en la boda real de Meghan Markle vestida de amarillo de pies a cabeza, con sombrero al tono. La ropa en cuestión era una creación bespoke (a medida) por Stella McCartney. Hace un par de semanas Anna Wintour estuvo en el US Open junto a Meghan Markle y, ¡oh casualidad! su vestido era amarillo y con flores. ¿Pura coincidencia o acaso veremos pronto a la Duquesa de Sussex en la revista norteamericana?
La moda brilla
Fue el color fetiche de los años 80. Stephen Sprouse coronaba con su moda y arte a lo más ganado del Nueva York desde las páginas del Interview de Andy Warhol, se instaló en las colecciones de Claude Montana en París y brilló en la chaqueta de Yves Saint Laurent que recreaba los girasoles de Van Gogh en la colección alta costura primavera verano 1988.
Hoy desde las marcas más comerciales hasta las de vanguardia el amarillo asoma como lo hace el sol a la mañana. Las semanas de la moda argentina confirman su reinado en las colecciones de Fabian Zitta, Benito Fernandez, Juan Hernandez Daels, Mishka, Bestia, Paula Cahen d´Anvers y Jazmin Chebar entre otras
Desde París Acne, Kenzo y Jacquemus lo incluyeron; en Dinamarca, la nueva semana de moda trendy, el amarillo asomó de manera romántica en Cecile Bahnsen. Se lo vio en el desfile invierno 2017 que marcó el debut de Raf Simons en Calvin Klein en el tapado de piel cubierto por un film transparente. También en la última colección de Chanel diseñada por Karl Lagerfeld presentada en la playa artificial apareció un tailleur de bouclé con blusa con lazo de gasa al tono. En la recién finalizada Nueva York Fashion Week, Marc Jacobs cerró la semana de desfiles con un show de moda donde el amarillo brilló con un tailleur pantalón años 70 al mejor estilo Taxi Driver en uno de los modelos transexuales del momento y en un vestido amplio y largo que recuerda a Janis Joplin.
Carolina Herrera por Wes Gordon lo propone estampado de flores o como base para el último look velado por un tul con motas negras que recuerdan al packaging de la primera fragancia de la diseñadora.
Para Michael Kors el gabán marinero es amarillo y en Proenza Schouler también se vieron vestidos con una factura moderna que otorga más poder al color en cuestión. Lo cierto que se trata de uno de los colores del momento desde hace un par de temporadas y a juzgar por lo que se ve, se consolida y continúa para el año que viene. Una apuesta segura a largo plazo.
