Nueva fragancia masculina. Tierra
Sus mejores frutos en un perfume de Hermès
AVIÑON (Francia).- Sobre el viejo puente local, como dice la canción medieval, "todos cantan, todos bailan". Durante unos helados días, esta vez todos cocinaron (con el megachef provenzal del momento), todos cataron vinos de la mejor bodega de la zona y armaron sus propios perfumes. "Todos", los periodistas internacionales invitados por Hermès para el lanzamiento de su nueva fragancia masculina: Terre d´Hermès. Como la inspiración para la fragancia fue lo mejor que da la tierra, la cocina fue a base de los frutos, setas y cereales más nobles; el vino, de la mezcla de uvas más sofisticadas, y el perfume se logró mezclando solamente las esencias naturales más exquisitas.
La sofisticadísima aventura comenzó en una de las mejores bodegas de la zona de Chateauneuf du Pape. Allí esperaba Fabrice, sommelier y filósofo francés. De entrada lo puso muy claro: "No soy un enólogo, lo mío no tiene nada de científico, es puro placer de los sentidos". Enseñó la forma correcta de tomar la copa por el tallo, como hacer una especie de buches ruidosos para que pase el aire por el vino en la boca para sentir bien su aroma y a escupirlo con gracia.
También dio consejos para diferenciar el buen vino del mediocre, "tan distinto como el amor lo es del sexo", y para disfrutar de la vida, o sea el vino, en general. Inspirado, el editor de la GQ italiana aseguró que la sexta copa del blanco local que cataba era "un poema de Borges". Fue corresponsal en Buenos Aires unas tres décadas atrás y le encantaba la avenida Corrientes, destacó.
Luego el grupo fue trasladado a la ciudad de Aviñón. En La Mirande, el exclusivo hotel frente a lo que fuera el palacio papal durante los años en que esta ciudad reemplazó a Roma, funciona una de las escuelas de cocina más famosas de la región. Impecablemente enfundados en delantales blancos con el título de Hermès Parfumeur, todos los periodistas pusieron, literalmente, manos en la masa. Afortunadamente, junto a la periodista de El País y la del Corriere della Sera, a esta redactora le tocó la tarea relativamente simple de limpiar y cocinar las trufas. Más complicado fue seleccionar las setas. Como seguían sirviendo un vino maravilloso en la cocina, sinceramente esperamos no haber elegido alguna de las venenosas para la salsa.
Perfumes personales
Finalmente, llegó el momento de armar un perfume de hombre personal. Bajo la mirada atenta de Jean-Claude Ellena, el nariz de Hermès, como chicos con un juego de química cada uno intentó, mezclando los mismos elementos que usó Ellena para Terre -geranio, cedro, pomelo, piedra, pimienta-, armar una fragancia personal.
Los resultados fueron por lo menos raros (mi fragancia, por ejemplo, tenía tal exceso de pimienta y parecía más para un steak au poivre que para perfumar el cuerpo). La lección: hacer un buen perfume es realmente muy, pero muy difícil, aun cuando se cuente con los ingredientes adecuados.
"Un perfume es como un poema. Las palabras sueltas, como las distintas esencias, no son nada, el secreto está en cómo se mezclan", dijo Ellena.
Y entonces destapó el prototipo de perfume sobre el que había trabajado él. Los especialistas quedaron francamente extasiados: no olía parecido a ninguna otra fragancia masculina conocida. Ellena explicó que se debía a que no se había utilizado ninguna esencia animal, sino puros olores de la tierra y que, a diferencia de la mayor parte de las marcas, había salido directamente de su cabeza, sin pasar por ninguna prueba de mercado.
"La idea es adelantarnos a lo que busca la gente, no ir detrás", explicó. Y dijo también que entre los ingredientes faltaba el clásico musk. "Todo el mundo lo pone en sus perfumes de hombre y por eso resultan con un olor a limpio o a detergente inconfundible. No es un olor humano. El hombre tiene que tener el olor de su piel, y el perfume se debe mezclar de manera natural con el propio", expresó. Entonces, todos alzaron sus copas por el delicioso y revolucionario Terre d´Hermès y por los hombres que van a usarlo.
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