Una lady en apuros, sobre la Torre Eiffel
Vestida de negro y aferrada a su cartera chic que le fue retenida, pero luego se le devolvió misteriosamente y a la que jamás renunciará, la chica corre asustada hacia la Torre Eiffel, por la que sube contra reloj para continuar la huida caminando por su cornisa, segura al fin de que sus sandalias con taco de vértigo resistirán. Mientras, París se luce a sus pies, un hombre joven y valiente quiere librarse de las cuerdas que lo inmovilizan en un lugar desconocido, y en la casa de un oscuro personaje suena un viejo teléfono...
Con su vestidito negro, Marion Cotillard despierta suspiros, para empezar en el propio diseñador John Galliano, según confesó feliz como nunca de haber resucitado el espíritu de Dior en esta actriz francesa que el año último se llevó el Oscar por su actuación como Edith Piaff en La Vie en Rose .
Galliano la eligió como imagen de la cartera icono de la firma, Lady Dior, cuyo nueva edición se festeja con este corto que nada tiene que envidiar en estética y tensión a los mejores policiales negros: hay un excelente manejo de los condimentos del género en The Lady Noire Affair, que promete continuar en otras dos grandes ciudades bajo la lente de Olivier Dahan, el mismo que condujo a Cotillard en la película sobre la vida de Piaff.
Sucede que éste es sólo el primero de tres capítulos, que hace apenas unos días fue subido al sitio oficial de la cartera ( www.ladydior.com ) como acompañamiento a su campaña gráfica, pero del que se fueron teniendo pistas por Twitter ( @ladydior ), la más novedosa red social de la Web por la cual es posible enterarse vía mensajes breves (alrededor de 140 caracteres) y en tiempo real de lo que se hace, se dice, se sabe, se sospecha, se admira, se rechaza... Un sistema que está poniéndose de moda también en la moda, con famosos twitteando , gente siguiendo sus comentarios y enviando los propios, y así.
Vaya como ejemplo Demi Moore, en comunicación por esta vía con sus fans (y los de su marido) para una movida solidaria organizada por una joyería francesa que festeja sus 100 años en Nueva York. O la siempre distinguida Rania de Jordania, que suma admiradores en este espacio, e incluso Anne Wintour, referente de la Vogue americana, a quienes muchos siguen de cerca opinando todo sobre lo que hace o deja de hacer. Y la lista sigue.