Acompañar y empoderar a los jóvenes
Un millón de jóvenes de entre 18 y 25 años ocupan la franja que se ha dado en denominar "ni-ni", esto es, que ni estudian ni trabajan. Los altos índices de informalidad laboral contribuyen también a aumentar esta cifra. Por otra parte, las estadísticas reportan que el 50% de los jóvenes no termina sus estudios secundarios en tiempo y forma. Armar un proyecto de vida en estos escenarios parece francamente imposible cuando el futuro se presenta tan oscuro como poco promisorio.
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, junto a prestigiosas organizaciones de la sociedad civil (OSC) como Conciencia (http://conciencia.org/), Cimientos (http://cimientos.org/), Junior Achievement Argentina (http://junior.org.ar), Integrar y Scouts (https://www.scouts.org.ar/) lanzaron un programa dirigido precisamente a ayudar a los jóvenes a superar su condición de vulnerabilidad social a través del diseño de una propuesta alternativa de vida. Bajo el nombre "Acá estamos" proponen mentores que guíen, inspiren y acompañen a los jóvenes "ni-ni" a lo largo de diez meses para ayudarlos a canalizar ese enorme potencial que la realidad les cercena. En esta etapa inicial, la iniciativa se lleva adelante en cinco distritos del Gran Buenos Aires: Almirante Brown, Lanús, Pilar, Tigre y Tres de Febrero.
Desde el Consejo Deliberante del municipio de Pilar se alzaron voces denunciando que el Programa Envión, dirigido desde el Estado a la misma franja juvenil en distintos distritos bonaerenses, sufrió recortes presupuestarios que han obligado a trasladar responsabilidades a OSC. Cuestionan, con infundada preocupación, que los voluntarios no siempre cuentan con la formación técnica y profesional que requiere el abordaje de situaciones de vulnerabilidad, como si dejar librados a su suerte a los jóvenes fuera una mejor alternativa.
Dirigirse a esta franja etaria de entre 15 y 25 años exige un abordaje personalizado. Cada joven tiene una problemática y necesidades absolutamente personales que demandan ciertamente una capacitación para el acompañamiento. Es por ello que las OSC mencionadas, todas ellas con una valiosa trayectoria haciendo foco en distintas temáticas ligadas a la juventud, son las que dirigen la labor de los voluntarios reclutados para la tarea. Cuando la vulnerabilidad golpea, son los jóvenes quienes mejor expresan el deseo de superación y la capacidad de soñar. ¿Cómo no ayudarlos? Voluntarios debidamente capacitados y contenidos por coordinadores son quienes realizan ese valioso trabajo. "Un mentor que acompaña, sostiene y empodera es una motivación inmensa para que realmente lo logren", explica Ángela Tanaka, referente del programa en la zona de Pilar por Asociación Conciencia.
Cuantos más sean los mentores, más serán los jóvenes vulnerables que puedan armarse un proyecto de vida que los acerque a sus ilusiones y los arranque de la terrible frustración del no poder. Hacen falta más personas dispuestas a encarar el desafío de ayudarlos a incubar un mejor futuro. Empoderar y acompañar son verbos que debemos conjugar entre todos mucho más a menudo.