Alzheimer: se necesita un plan nacional
Expertos argentinos coinciden en que la Argentina debe encarar el desafío de prevenir e investigar la enfermedad
EL Alzheimer ha sido considerado ya como la epidemia del siglo XXI, dado que está creciendo a un ritmo alarmante en todo el mundo y, con el envejecimiento de la población, se calcula que duplicará su incidencia para 2025, y que en 2050 más del 75 por ciento de los pacientes estarán en países en vías de desarrollo.
Este hecho lleva a preguntarse hasta qué punto estamos los países preparados entonces para afrontar esta enfermedad y los enormes gastos de todo tipo que implica su tratamiento –internaciones, edicamentos y, también, los gastos emocionales de los enfermos y sus familias–, tanto para la salud pública como para la economía de una comunidad. Aun en aquellas naciones que se encuentran a la vanguardia en el estudio del Alzheimer, como los Estados Unidos, se acepta que dos de los obstáculos todavía sin resolver son cómo saber si una persona con demencia tiene la enfermedad y cómo se puede controlar a la población en general para identificar quiénes podrían desarrollarla.
En el último congreso internacional dedicado a estudiar esta enfermedad, realizado en París el mes pasado, más de 5000 científicos se reunieron para compartir las últimas investigaciones. Hubo consenso sobre el hecho de que el Alzheimer debe ser detenido en sus etapas iniciales, por lo cual fue muy importante la presentación del plan nacional contra el Alzheimer creado en Francia en 2008, que descansa sobre tres pilares: la mejora de calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias; la movilización de la sociedad francesa en la lucha contra la enfermedad y el apoyo a la investigación.
Una iniciativa semejante fue aprobada a principios de año en los Estados Unidos, es decir, la creación de un plan estratégico para hacer frente a la crisis que produce el rápido crecimiento del Alzheimer, que fue aprobado por unanimidad por ambas cámaras del Congreso y promulgado por el presidente Barack Obama. Algo parecido está ocurriendo en Inglaterra, Australia, Alemania y Corea.
¿Está preparada la Argentina para enfrentarse al desafío que supone tener una población que, como la nuestra, es la que más rápidamente está envejeciendo en América latina, si se tiene en cuenta que el principal factor de riesgo para esta enfermedad es la edad (abarca a casi el 50 por ciento de las personas con 85 años). Los expertos argentinos coinciden en que ya deberíamos empezar a pensar en un plan nacional de Alzheimer.
Sólo así podrán desarrollarse también en el país esas investigaciones que consisten en detectar la enfermedad cuanto antes y en desarrollar drogas efectivas, desde las primeras etapas.
El Estado puede contar con la participación de la comunidad científica argentina para, juntos, velar por una mejor calidad de vida de los habitantes de este país.