Animalitos de Dios
“El que trajo al borracho, que se lo lleve.” (De Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense.)
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Iba a ser una manifestación extrañísima. Sin colectivos escolares ni punteros pasando lista ni entregando distintos tipos de “souvenirs” a cambio de un supuesto apoyo voluntario. Estaba pensada como una movilización en camiones jaula, seguidos de peceras descomunales cargadas con agua salada. Al frente del ejército de indignados, los yaguareté, los guanacos y las tarucas. Pegaditos en la curiosa procesión, pero en jaulones separados, los cóndores y los horneros. En la retaguardia, bañaderas transparentes estalladas de ballenas francas australes. Una megaprotesta de animales autóctonos hacia la Casa de Gobierno en repudio por su exclusión de los billetes de curso legal.
El levantamiento zoológico se venía planificando desde principios de año. En un acto, en febrero, Alberto había dicho: “Cuando veo tantos animalitos en los billetes y no a Belgrano, no saben lo mal que me siento”.
Estaba todo preparado para la asonada animal, pero finalmente se abortó ¿Por qué?, ¿cuál fue el detonante para que los yaguaretés, los guanacos y sus aliados dieran marcha atrás? Que el martes pasado, al anunciar la reposición de imágenes de próceres en el papel moneda, Alberto se desdijo: “No hay discusión sobre la pertinencia de que los animales autóctonos formen parte de nuestros billetes”, sino que “se trata de poner en valor nuestra historia”. Zafó el Presidente. Los animales no humanos no son vengativos ni siquiera ante la evidencia de que, con la decisión de jerarquizar a los próceres, Manuel Belgrano va a estar en dos billetes: el de 10 pesos y el de 500 pesos. Y que si alguien borró a San Martín del papel moneda fue el propio Alberto cuando dio de baja los de 5 pesos.
Es muy probable que, dentro de seis meses, cuando se produzca el cambio de imágenes, la inflación ponga en un brete a Eva Perón, cuya imagen seguirá en el billete de 100 pesos, ya hoy insuficiente para comprar un litro de leche.
La semana de la patria que acabamos de pasar fue como una borrachera. Mientras se conocían encuestas en las que la imagen del Gobierno estaba por el piso y que los temas que más inquietan a la gente son la caída de los salarios, la falta de trabajo, la inseguridad y la salud, el cambio de imágenes en los billetes se anunciaba en un acto en el Museo del Bicentenario donde el Presidente estuvo acompañado por el canciller, los titulares del Banco Central y de la AFIP, cuatro gobernadores y la responsable máxima de Aysa, entre otros funcionarios de alto rango.
El que también estuvo bravo en la semana fue el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Apelando a una imagen campestre y aclarando que respetaba la imagen presidencial, lanzó: “El que trajo al borracho, que se lo lleve”, mientras no descartó aliarse con Milei y con Massa para 2023.
Haciendo uso del recurso del remate circular, se nos viene a la mente una frase: animalitos de Dios.
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