Cambiemos busca votos kirchneristas
En contra de los prejuicios que suelen sacralizar creencias y paralizar decisiones, el Gobierno ya inició una cacería de votos posibles en lugares adversos. Una revisión completa y detallada del mapa electoral de las primarias del 13 de agosto le permitió a los dirigentes de Cambiemos buscar espacios en los que creen instalar un puente por el que crucen al oficialismo votantes del kirchnerismo.
La semana pasada ya trascendió parte de ese punteo de lugares fuertemente ligados al Frente para la Victoria (hoy Unidad Ciudadana) en los que Cambiemos creció respecto de 2015. “Si es cierto que hay un núcleo duro que nunca abandonará a Cristina, también es verdad que hay peronistas dispuestos a acompañarnos en octubre si les mostramos mejor la gestión”, dijo un dirigente que participó de ese repaso, barrio por barrio, pueblo por pueblo.
Naturalmente, los votos que más le interesan a Macri son los más difíciles de conseguir. Ganar en la provincia de Buenos Aires será un trabajo mucho más arduo que la difusión de las encuestas que anticipan una ventaja de unos cinco puntos en favor de Esteban Bullrich sobre Cristina Kirchner . El Gobierno cree que la sacará votos a Sergio Massa , apuesta a que una mayor participación de votantes sume en su favor, pero también va por votos directamente ligados a su principal rival. No es una casualidad que Macri y María Eugenia Vidal hayan relanzado la campaña en las barriadas más pobres de la Tercera Sección Electoral, allí donde la ex presidenta hizo una gran diferencia.
No todas son buenas noticias, admiten en el campamento oficialista. Hay lugares en los que las listas del peronismo pueden descontar algo de terreno o ampliar sus ventajas. Es el caso del Chaco o de San Juan y eventualmente también de la muy macrista Córdoba, donde el gobernador Juan Schiaretti fue humillado por una diferencia tan grande (15 puntos porcentuales) que hasta la propia Casa Rosada acepta que podría ser un poco menor en las elecciones generales del 22 de octubre. Matar al gobernador de Córdoba sería perder al principal interlocutor con el peronismo del interior, con una afinidad que ningún macrista oculta.
Cambiemos espera vencer en Santa Fe, donde el peronismo será comandado por el kirchnerista Agustín Rossi (ganó las PASO) y muchos votantes moderados serán tentados por el macrismo. En las ilusiones del oficialismo está completar triunfos en los cuatro distritos más importantes, empezando por Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y su propia casa, la Capital. Es allí donde el mapa porteño fue dividido en tres franjas. El corredor norte, desde siempre amparó a Macri y en las primarias aportó porcentajes que en todos los casos superaron el 50 por ciento. “Belgrano es nuestra La Matanza”, celebró un funcionario de primera línea del gobierno porteño.
Una franja media, según la lectura del comando de campaña oficialista, recibió el impulso de la candidatura de Elisa Carrió. En barrios históricamente ligados al radicalismo y fugazmente al Frepaso durante los noventa, Carrió potenció la lista de Cambiemos y sepultó las ilusiones de Martín Lousteau.
Por fin, hay tercer sector, el sur de la Capital, donde los niveles sociales son más bajos y el peronismo volvió a registrar los mejores resultados, aunque no haya ganado ningún distrito.
El vicejefe de gobierno Diego Santilli recibió el encargo de trabajar en esa zona y desviar votos del PJ. “Allí vamos a descargar nuestro principal esfuerzo. Ahí no hay votos de un kirchnerismo ideológico y muchos pueden cambiar su opinión si ven resultados concretos”, dijo un operador macrista. Sin nombrarla, el dirigente hablaba de la enorme ventaja que en la Argentina siempre significó tener el poder y usarlo camino a las urnas.