
Cartas de lectores: Grito de la sociedad, costo de las PASO, camaleónicos
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Grito de la sociedad
En la economía se van sintiendo los cambios, baja de inflación, etc. En la política, muy lentamente se advierten algunas pequeñas reacciones que darían pie a modificaciones como ficha limpia, suspensión de las PASO (basta de dinero tirado en votaciones) o el freno a las reelecciones. Pero ¿y en la Justicia ? Ahí nada cambia y nada parece tener ganas de cambiar. Los asesinatos crecen, las puertas giratorias siguen en funcionamiento pleno, desaparecen personas como Loan, y nada pasa. ¿A quién hay que votar para que haya cambios allí también y se empiecen a escuchar los gritos de la sociedad, que pide seguridad y justicia rápidas ya?
Rodolfo Miani
DNI 17.865.757
Costo de las PASO
Varios políticos se oponen cerradamente a eliminar las PASO; es lógico, pues las primarias son solo una muy precisa encuesta, que a ellos nada les cuesta. Pero no son gratis; cada dos años el Estado (o sea, nosotros) gasta entre US$120 y US$140 millones; con siete PASO ya celebradas, han consumido entre 800 y 900 millones de dólares. No hay evidencia de que su existencia haya influido en la calidad de la democracia ni de la república. Tampoco hay registro de su contribución al avance de la “democracia interna” ni de la pluralidad dentro de los partidos. En las siete PASO realizadas, la mayoría de los partidos, en la mayoría de las jurisdicciones, presentaron una única lista; o sea, cualquiera fuese el resultado, esa lista, armada, consensuada o digitada, los representaría.
Roberto Picozzi Gandía
DNI 7.961.923
Camaleónicos
En esta época de individualismo, los políticos no son la excepción. Preocupados por no privar a la ciudadanía de las ventajas de seguir disponiendo de sus servicios, no dudan en cambiar su ropaje que otrora los llevara a su cargo para vestir uno nuevo que según ellos es mejor. ¿Es válido preguntarse mejor para quién? Más preocupados en conservar sus cargos que en dar un mensaje de coherencia y respeto por las ideas que den seguridad a quienes les confían su voto, no dudan en desandar trayectorias para encarar otros derroteros. Total, hoy todo cambia y pasa tan rápido que los votantes después seguro se olvidarán. Principios y valores líquidos.
Es válido preguntarse a cuál de esos principios irrenunciables renunciarán una vez que sea necesario otro cambio de ropaje, ¿quiénes son realmente?
Lejos parece la época en que uno podía saber cómo opinaría y hasta actuaría un político de la vieja escuela. Todavía existen, pero son lamentablemente una especie en extinción. Cabría finalmente preguntarse si estos nuevos políticos son causa o consecuencia de la literal desaparición de los partidos como los conocimos.
Hugo H. Campanelli
DNI 13.394.695
Cepo cambiario
Todos preguntan cuándo será levantado el cepo cambiario. Desconocen que en la política económica si decís qué, no decís cuándo. Si decís cuándo, no especificás qué. Doy dos ejemplos. Pregunta: ¿cuándo levantarán el cepo? Respuesta: “Cuando estén dadas las condiciones”. Declaración: “El año que viene el crecimiento será importante”. Pero no contás en qué rubro.
Tony Macadam
DNI 4.574.401
Voracidad fiscal
La voracidad fiscal en la CABA llega ya al absurdo. A pesar del discurso, el partido político que gobierna la ciudad ha incrementado el impuesto a las embarcaciones del 2,5% máximo en 2008 a 6,5% máximo en 2025, con promedio de 4,2%. Durante 10 años mantuvieron las “escalas progresivas” sin actualizar en un entorno del 12.000% de inflación, mientras sí actualizaron los valores declarados de las embarcaciones. Y ahora que actualizaron las escalas luego de 10 años y subieron las alícuotas, en el tope de la escala, en 10 años los contribuyentes le pagamos al Gcaba el 50% del valor de las embarcaciones, y en el promedio del valor y alícuota, en 13 años. Se llega al absurdo de que una embarcación de US$30.000 paga casi lo mismo que un departamento de US$200.000 en Belgrano, solo por el hecho de tener ese importe en un barco y no en una caja de seguridad. No importa si el barco tiene 1 o 50 años de antigüedad. Todo para cobrar un impuesto que resulta ilegal por contravenir la prohibición del art. 9 de la ley de coparticipación federal. No es una cuestión de “embarcaciones”, que hoy son gravadas por la facilidad de su determinación por su registro. Hoy son las embarcaciones y mañana pueden ser joyas, obras de arte o ahorros. El Gcaba viola su discurso de institucionalidad imponiendo y manteniendo un impuesto ilegal; viola su discurso de racionalidad imponiendo, manteniendo y agravando alícuotas fuera de toda lógica. La rebaja del gasto, y de los impuestos, te la debo… Llegó la hora de exigir que se cumpla con la ley y la palabra.
Pablo Correch
pc@bgcabogados.com.ar
La historia completa
Amanecía aquel 25 de mayo de 1973 y todo se preparaba para que asumiera un gobierno democrático, en elecciones libres y sin proscripciones. El teniente Héctor Girbone, como oficial de Granaderos, era el oficial de servicio en la Casa de Gobierno y debió rechazar con los Granaderos varios intentos de tomar el edificio por terroristas multinacionales. Acompañaban su acción arrojando volantes con la leyenda “A la Casa de Gobierno la cuidan los granaderos; después del 25 la cuidarán los montoneros”.
Lamentablemente hoy el coronel Girbone es dado de baja, junto a otros camaradas, por sentencias por delitos de lesa humanidad. Bueno sería recordar la historia completa sin omitir que quienes tomaron la iniciativa para atacar al Estado fueron los terroristas, lo que obligó a las máximas autoridades políticas a ordenar su aniquilamiento.
Jorge José Echezarreta
DNI 8.421.780
Jones Huala
Leer el diario y ver que todavía seguimos dando vueltas con Jones Huala y sus atentados me da mucha tristeza, y bronca. La Justicia tiene que hacer un cambio radical. ¿Cómo pretenden cuidarnos y proteger a los ciudadanos de bien si ni siquiera pueden con un personaje disfrazado que sigue haciendo estragos sin que nadie sepa qué hacer con él? Nos sale carísimo. Háganse cargo, pónganle el cascabel al gato. Expulsión, que vaya a Chile o a una cárcel de verdad. ¡Basta!
Leónidas Facio
Leonidasfacio@gmail.com