Cartas de lectores: Juntando botellas; bonaerenses, memoria; repugnancia
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Carta de la semana
Juntando botellas
Estando unos días de vacaciones en la costa argentina no dejé de pensar en la incoherencia que tenemos como sociedad. Todos los días, camino a la playa, hemos juntado pilas de envases vacíos de vodka, ron, bebidas energizantes y gaseosas… (y decimos que somos ecológicos). ¿Cómo puede ser que, mientras nos preocupamos por los índices de violencia e inseguridad, producto de las adicciones y el consumo de sustancias, los mismos adultos cerremos los ojos a una generación de jóvenes que no sabe tolerar la frustración y necesite tanto el consumo de sustancias y alcohol para pasarla bien? ¿Dónde estamos los adultos, los padres, las abuelas, la familia, el hermano mayor o primo, que solventamos una vida basada en la diversión y la falta de límites? Ni que decir del daño infligido a un cuerpo en crecimiento.
Tolerar la frustración no es fácil. Pero es parte de empezar a luchar contra el demonio de las adicciones.
Luz M. Molina Pico
luzmpico70@gmail.com
Bonaerenses, memoria
Lo ocurrido en Moreno con motivo del asesinato de un joven trabajador de 20 años es una lamentable muestra de lo que está ocurriendo en varios municipios de la provincia de Buenos Aires. Nada es casualidad. Un gobernador ausente de los problemas de la gente pensando en la próxima justa electoral y en mantener con impuestos exorbitantes a su séquito de militantes. Una intendenta que viene exponiendo su total incapacidad para hacer algo por el pueblo que la eligió y que vive del “relato”. La policía que, en lugar de detener a los delincuentes que pululan en la zona, reprime a trabajadores que están hartos de que no los escuchen ni los cuiden. Y los fiscales y jueces con la “puerta giratoria”, que hacen que todo quede impune.
Espero que perdure en la memoria de los bonaerenses este suceso en la próxima elección. De lo contrario, todo seguirá como hasta ahora.
Ricardo Beati
DNI 8.110.249
Repugnante
Si al gobernador Kicillof le repugnasen más los muertos por la inseguridad en su provincia que cualquier otro tipo de especulación política, tal vez las futuras potenciales víctimas de inseguridad de sus municipios tendrían la oportunidad de evitarse el pasar por un momento verdaderamente “repugnante”.
Mauricio Maurette
DNI 13.380.744
No es un tema
La inseguridad no es un tema, es un drama social. Todos los días nos horrorizan los asesinatos en el conurbano bonaerense y, en menor número, en algún otro lugar del país. Asistimos impotentes a la violencia más espantosa, donde miles de inocentes han perdido la vida por un celular o una mochila. Los diagnósticos están clarísimos. Todos sabemos los móviles por los que se mata impiadosamente a un ser humano. Pero nunca vi al gobernador de la provincia de Buenos Aires explicándonos cómo va a enfrentar esta tragedia y solidarizarse con alguna de los miles de víctimas. Las familias quedan destruidas para siempre. La voluntad de progresar, cercenada. Un hombre grande llora desconsolado porque le robaron su moto recién comprada con la que salía a trabajar. Un joven muere acuchillado en Moreno frente a los ojos de todos por una patota a cara descubierta. Policías acribillados cuando llegan a sus hogares en la provincia. Y así, todos los días. La inseguridad no es consecuencia de la pobreza, es el resultado de la inoperancia. Deberíamos marchar en masa todos los argentinos en nombre de aquellas personas a las que les arrancaron la vida. Si no reclamamos lo que nos deben, esto no cambiará. El ciudadano tiene derecho a la educación, a la salud y a una justicia digna. Solo el que ha perdido a un ser amado puede sentir el dolor de lo intransferible. Las buenas políticas y la firmeza son el único remedio para erradicar la violencia.
Sonia Decker
DNI 6.664.397
Nos robaron cinco veces
¿Cinco veces nos robaron? Te juro que sí, cinco veces. ¿Hicimos las denuncias? Solo tres, ¿para qué gastar energía en algo en lo que no creemos? Justicia, fuerzas de seguridad... esas cosas son más un mito urbano que una realidad. ¿Nos robaron la tranquilidad? No, eso se encuentra cuando uno apoya la cabeza en la almohada, fácil. La historia es así: nosotros íbamos a un campo que nos prestaron los últimos cinco años, con una casita tipo tapera. Lo justo y necesario: camas, una heladerita, una pava eléctrica que tenía ya 16 años de uso y algunas herramientas para mantener el predio. No denunciamos los dos primeros robos, en el tercero decidimos hacerlo. Llegó el cuarto robo y logramos una reunión con la intendenta. No para resolver nada, obvio, pero reunirse siempre da una esperanza de que se está trabajando en algo. Dejamos el campito impecable, pasto cortado, toda la casa recién pintada, cuadros nuevos y ¡zas!, durante las Fiestas, volvieron a entrar. Cortan alambres, entran con auto o camioneta y se llevan lo que no les pertenece. ¿Y cómo entraron? Fácil ¡Rompiendo la pared! ¿Quién necesita complicarse la vida rompiendo una reja “irrompible” cuando se puede hacer un boquete en donde engancha la reja? Cada robo nos llevó a reforzar más las aberturas, soldar hierros como si estuviéramos construyendo un fortín, pero nada fue suficiente. El colmo fue que quisimos bajar la app Capitán Sarmiento Seguro, pero no estaba actualizada. Cosas que pasan en un pueblo innovador. ¿Alarma? No, no pusimos. Sí, unos irresponsables, ya sé. Uno piensa en estrategias para evitar robos, pero finalmente todo se redujo a la frase que se repite con frecuencia: “Nosotros encerrados y los chorros sueltos”. ¿Investigación? ¡Por supuesto, hay una en curso! Pero ¿nos llamaron a declarar? No. ¿Y los chorros? Se los debe haber tragado la tierra o fueron abducidos por aliens. Porque encontrar garrafas de gas, electrodomésticos, herramientas y hasta un tráiler no debe ser tan complicado, no se pueden llevar en el bolsillo. Por suerte, el detergente lo dejaron tirado en el camino por donde se fueron, un alivio.
En un pueblo chico todos se conocen. Pero parece que nadie conoce a los amigos de lo ajeno. Yo me quedo con la justicia divina, porque la humana… deja mucho que desear.
Carolina Casares
DNI 23.328.797
Patrullaje
¿A ningún experto en seguridad y lucha contra el delito se le ocurrió poner cinco equipos de dos policías en buenas motos para que circulen por los barrios picantes de cada municipio del Gran Buenos Aires las 24 horas del día? ¿No sería lo más lógico para ahuyentar motochorros y arrebatadores?
¿O hay que pedirle permiso al Presidente o un préstamo al FMI?
Porque para otras cosas hay plata.
Antonio Mario Guarino
aguarino@fibertel.com.ar
Estado de Derecho
Al calificar la Dra. Elisa Carrió de discriminatorio y violento lo dicho por el presidente Milei en Davos, su carta pública reciente agrega, con su claridad conceptual cívica de siempre, que “todo discurso o actos dirigidos expresamente a violar la Constitución lo convierten en un gobierno de hecho en los términos del artículo constitucional correspondiente, por ser contrario al Estado de Derecho”.
Harto de violencia, el ciudadano quiere hoy un verdadero Estado de Derecho, por sobre los Estados de hecho que proliferan hoy globalmente, ya sea de derecha o de izquierda. Ojalá que así sea.
Arq. Fernando Aftalión
aftalion.fernando@gmail.com
Dicho
Cuando muchos de los que participan de la Marcha del Orgullo Antifascista fueron adoradores de Fidel Castro, de Hugo Chávez, actualmente de Maduro y adhieren y defienden a un régimen como el que gobierna Irán, viene como anillo al dedo el dicho español: “Dime de lo que blasonas y te diré lo que te falta”.
Humberto Solá Cánepa
hsola2@hotmail.com
Derrumbes en la costa
A raíz de las sucesivas notas sobre el estado de deterioro de las construcciones en nuestro litoral marítimo, cumplo en informar: los municipios son directamente responsables del estado de las construcciones, máxime aprobando y cobrando tareas para su realización. Son responsables en primera instancia por los daños a personas y edificios frente a un siniestro que se puedan producir de cualquier índole (electricidad, gas, ascensores, etc.), como asimismo un hecho pasado, presente y futuro totalmente evitable con los controles. Cabe consignar que la responsabilidad de los municipios se extiende también a los propietarios de las viviendas involucradas si los hubiese.
Miguel Schiavoni
DNI 10.460.622
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