De los lectores: cartas & e-mails
Carta de la semana
Más Estado... ¿del bueno o del malo?
En los últimos días, el Estado argentino intervino el grupo Vicentin, sin una ley habilitante, pasando por encima del Congreso, del Poder Judicial y absorbiendo una deuda que pagarán todos los argentinos. Además, vimos un Estado carente de voluntad para evitar el cese de operaciones de Latam, descuidando a 1700 empleados. No hay receta para enfrentar semejante contexto, pero abundan las recetas fallidas indignas de repetir; y más aún cuando implican la violación del Estado de Derecho y el desincentivo de la actividad privada. Medidas que profundizan la incertidumbre y nos alejan de los estímulos necesarios que nuestra ya golpeada economía necesita. El panorama general exige un Estado más presente, participativo y atento para contener y atender la emergencia, pero al mismo tiempo se debe advertir sobre la posibilidad de una mayor participación tanto del Estado "bueno" como del "malo". Resulta fundamental repensar y recalcular las acciones que promueven el deterioro institucional y nos colocan en mayor desventaja en el escenario pospandemia.
Rosalía de los Ángeles Fucello
DNI 27.229.156
Temor a la salida
Lo mismo que pasó con la no salida gradual, por miedo, de la convertibilidad monetaria, está pasando ahora con la cuarentena. Por temor a salir de a poco y ordenadamente al final vamos a tener el mismo desenlace: va a volar la tapa de la olla por exceso de presión.
Santiago Robirosa
DNI 14.952.806
La propiedad privada
Escuché con pena la recomendación del señor presidente Alberto Fernández a la correcta pregunta efectuada por la periodista Cristina Pérez sobre la legitimidad de ordenar la intervención y/o expropiación de una empresa que se encuentra en convocatoria de acreedores por medio de un decreto de necesidad y urgencia. La mandó a leer la Constitución Nacional, cosa que he vuelto a hacer yo con preocupación, pese a haberla conocido bien desde hace varias décadas. Gracias a Dios sigue vigente el artículo 17 de la ley fundamental, que declara la inviolabilidad de la propiedad privada y reafirma que ningún habitante "puede ser privado de ella sino en virtud de sentencia fundada en ley". Asimismo, se establece allí que la "expropiación por causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada".
Es tan claro el concepto que cualquier camino que intente utilizarse para apartarse de él debería encuadrarse en lo dispuesto por el artículo 29 del mismo cuerpo legal, que establece que a los que "formulen, consientan o firmen" actos de esa naturaleza les cabe "la responsabilidad y pena correspondiente a los infames traidores a la patria". No lo digo yo, está en nuestra Constitución vigente. Sería bueno que nuestro presidente también lo considere. En cuanto a la ley de expropiaciones (21.499), es del año 1977, es decir, cuando no funcionaba el Poder Legislativo. Sin embargo, no cambia nada. Primero, exige la declaración de utilidad pública. Segundo, no autoriza el nombramiento de un interventor en una empresa que se encuentra tramitando su concurso de acreedores. Y si lo hiciera sería inconstitucional.
Jorge Horacio Palmieri
DNI 4.198.710
Manuel Belgrano
Se han cumplido hace pocas horas 200 años de la muerte de Manuel Belgrano, ilustre patriota, ejemplo de la lucha por nuestra libertad. Hombre honrado y generoso, donó todos sus sueldos pagados por su cargo de jefe del Ejército del Norte, y fue un destacado abogado en defensa del libre comercio. ¿Merece su memoria el cachetazo de la resolución que ha tomado el Gobierno de pagarle al exvicepresidente Amado Boudou la jubilación y un retroactivo de $20.000.000?
Creo que lo que resalta es el contraste de valores distintos a los de este gobierno.
José María García Arecha
Exsenador nacional (CABA/UCR)
"Pobrismo" y política
En una Argentina donde la pobreza, incrementada por la pandemia, amenaza con superar el 50% de nuestra población, nadie en su sano juicio puede oponerse al protagonismo excluyente del Estado para garantizar la vida, la salud y el alimento de los sectores más vulnerables. Sin embargo, la utilización política del asistencialismo crónico nos lleva a preguntarnos si perpetuar un sistema en donde la supervivencia de la mayoría depende del Estado, no es una forma de dominación política y de control electoral que atenta contra la alternancia en el poder y las libertades individuales. Recientemente, el exsenador Miguel Ángel Pichetto denunció que en el templo de una villa de emergencia, además de distribuirse alimentos, se habían instalado oficinas del PAMI y la Anses. La manipulación de pobrismo forma parte de una batalla cultural en donde los que generan empleo y riqueza son los villanos, y solo los que fomentan al "ogro filantrópico" del Estado alcanzarán el reino del poder eterno.
Si los argentinos no estamos decididos a defender la libertad y el respeto por la actividad privada, estamos condenados a un oscuro destino, del que fueron víctimas los cinco millones de venezolanos que debieron emigrar para escapar del hambre y la miseria.
Luis E. Luchía-Puig
luisluchiapuig@gmail.com
Angustia
En una de sus recientes seudoconferencias de prensa, donde nuestro presidente, actuando en su papel de "profesor", nos anunciaba una vez más que prorrogaba la "cuarentena", solo una periodista –casualmente la que a mi entender más pergaminos exhibe en esa profesión– le preguntó lo que gran parte de los argentinos queríamos saber: si se tenía en cuenta, en esta estrategia armada aparentemente por sus "expertos epidemiólogos", la angustia que causaba el encierro. El Presidente, al recibir una real pregunta periodística, mutó su personalidad y atacó a la osada que lo obligó a apartarse de su cómodo libreto, intentando soslayar el fondo para llevarla a lo superficial con una repregunta: ¿es angustiante salvarse?, contestándose a sí mismo: "Angustiante es enfermarse".
Doctor Fernández, no nos diga que no percibió lo que se le preguntaba. Formo parte de esa franja etaria tan incómoda para el Gobierno: la de los viejos setentones. Esos que don Rodríguez Larreta quería encerrar con severas penas si no obedecíamos (eso sí, lo hacía para "salvarnos"). Me atrevo por ello a preguntarle lo que la periodista Silvia Mercado, después de la bronca que le demostró, tal vez no va a querer plantearle: pese a que usted no tiene nietos, ¿sabe, o puede imaginar por lo menos, lo que significa para un viejo, que ignora si el año próximo estará vivo, pasarse casi cien días encerrado, viendo a sus nietos por el ahora famoso Zoom, sin poder besarlos, dejar que nos abracen, que se sienten a nuestro lado con el "sabés abuelo que…"? ¿No piensa que eso, solo eso, nos puede causar una real angustia? Y no le dijeron sus "expertos" que esa angustia –estrés o como quiera llamarla–nos puede fácilmente llevar a integrar las filas de los casi 100.000 argentinos que año tras año mueren, no por el coronavirus (que le permite encerrarnos y gobernar cómodamente, sin Congreso ni Poder Judicial), sino por infartos, ACV y otras afecciones típicas de nuestra edad? Sepa, Presidente, que la muerte para nosotros es una posibilidad cercana, a la que ya muchos no le tememos. Pero nos cuidamos y tratamos de seguir, si la salud nos ayuda, para disfrutar de lo poco que la vida nos permite, precisamente de eso que sus extensas cuarentenas ahora nos ha quitado: la libertad. Esa que para nosotros puede significar realizar las acciones más básicas en la rutina de un "adulto mayor": encuentros con amigos, actividades físicas recetadas, rutinas religiosas o el simple abrazo con seres queridos. Sí, estamos angustiados, y hartos de oír a sus "asesores epidemiólogos" plantearnos estupideces como "cuarentena o muerte". Ya a esta altura tenga bien presente que, en número de muertos y si sigue con su política de encierro compulsivo, cuando se haga a fin de año el recuento, verificarán que la cuarentena al uso nostro es muerte.
Edgardo Frola
DNI 4.403.415
Wagner y los judíos
Excelentes los comentarios del gran musicólogo y crítico Pablo Bardin sobre el tema Wagner. Quisiera aclarar que no existe una ley en Israel, ni una disposición religiosa, que impida a un judío escuchar a Wagner, sin duda uno de los músicos más grandes de la historia. Los judíos, tanto de Israel como de otros países, no tienen opiniones concordantes al respecto. Wagner fue profundamente antisemita. En Israel no se interpreta su música por respeto a las víctimas del nazismo que sufrieron muertes degradantes acompañadas de sus melodías en campos de concentración. En un bis de un concierto en Jerusalén, Daniel Barenboim incluyó, subrepticiamente, música de este compositor, cuando una regla no escrita impedía su difusión por respeto a los sobrevivientes de la Shoá (Holocausto) que pudieran sentirse agraviados. Hubo una reacción muy fuerte ante este hecho que obligaba a escuchar a los presentes algo indeseado y fuera de programa. Este pianista y director se erige muchas veces como opinión autorizada frente a complejas cuestiones políticas que claramente lo exceden, pues no cuenta con la trayectoria adecuada en este campo y, aunque no contribuye a la resolución de los problemas existentes en Medio Oriente, busca y logra efectista notoriedad.
Jaime Kopec
DNI 4.251.152
En la Red
Vicentin: la Justicia le propinó un fuerte revés a la estrategia expropiatoria de la Casa Rosada
"Es una cautelar por 60 días, lógica por cierto, porque no se puede
fallar algo que aún no se conoce en profundidad"-Raúl González
"Hay que respetar la institucionalidad a como dé lugar" -Susana Caruso
"Excelente la actuación de este señor juez"-Teresa R. García Bottaro
Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires, Argentina