De los lectores: cartas & e-mails
Silencio
Somos muchos los argentinos que sentimos que ya no nos queda a quién recurrir. Se multiplican los atropellos de un gobierno que, amparado por una cuarentena sin fin, logró en pocos meses destruir la economía, la educación, la propiedad privada, la división de poderes, el funcionamiento de las instituciones (incluido el Congreso) y, sobre todo, la Justicia. La Corte Suprema tiene en sus manos una decisión que seguramente sellará el destino de nuestra república. El llamativo silencio de sus miembros no hace más que alimentar la impunidad e incrementar la desazón social. Esperemos que sean recordados en los libros de historia como héroes y no como traidores a la patria.
Constanza Campos
DNI 27.308.755
Aborto
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, dijo que nadie se puede sorprender con el proyecto de legalización del aborto que el gobierno nacional dijo que enviaría al Congreso. Aunque es sorprendente que quienes impulsan su legalización no vean que el aborto se trata del control de nuestra población impuesto por los países centrales y se trata del negocio que hay atrás y del egoísmo desalmado de quienes prefieren hacer control mental y oídos sordos para ignorar el asesinato de seres humanos inocentes. Creo que lo que sorprende más es que la Pastoral Social porteña haya invitado Alberto Fernández a dar el discurso inaugural del último evento virtual que hizo el 30 de septiembre, llamado "Hacia una cultura del encuentro, un país para todos", siendo este presidente quien está promoviendo desde el Estado una práctica que se asemeja mucho a lo que puede ser un genocidio, en la medida en que hay una eliminación sistemática y generalizada de un grupo específicamente humano, por razones particulares. En este caso, la razón es que no ha nacido todavía ese ser humano.
Eduardo Martín Schweitzer Benegas
DNI 24.561.385
Pelagio Luna
Con motivo del dictamen judicial por el cual se favorece a la vicepresidenta al cobro de dos jubilaciones de privilegio en forma retroactiva, unido a la de ser exceptuada del cobro del impuesto a las ganancias, me vino inmediatamente a la memoria el comportamiento cívico-republicano del vicepresidente de la Nación Pelagio Luna (1916-19). Esperemos que su conducta sea imitada.
Julio Pitt Villegas
DNI 7.616.578
Más madres aún
La ciudad de Buenos Aires logró comenzar a articular aperturas y nosotros, los del AMBA, nos quedamos como pasajeros en tránsito observando partir los vuelos. Tenemos miedo de ser olvidados, de quedar detenidos frente a un semáforo que se toma demasiado tiempo para cambiar su luz. Sabemos que para nuestros hijos el semáforo emocional está fijo en rojo, y no va a cambiar hasta tanto no vuelvan a las aulas. Al principio, quienes más lo necesitan: los chicos más vulnerables, para quienes la escuela era –es– contención, alimento, educación y crecimiento, y aquellos que terminan un ciclo de vida. El señor Presidente dijo que el banderazo del 12 de octubre se llevó a cabo para exacerbar el odio. Yo quisiera contarle que muchos fuimos por nuestros hijos, motivados por el amor profundo que sentimos por ellos. Que nos duele en el alma verlos así. Que no sentimos odio, sino una profunda tristeza. Quienes nos manifestamos somos la punta del iceberg: están quienes se quedan con sus hijos, puertas adentro, diciendo que "ya está", no menos abatidos que quienes nos movilizamos. Somos madres que no pertenecemos a ninguna agrupación política, que nos agrupamos robándoles horas a nuestros trabajos y familias para ir contándonos lo que viene pasando entre las diferentes provincias y distritos, debatiendo sobre las formas posibles para ser escuchadas, y armando una red de información para estar al tanto de lo que pasa en cada municipio. Admiramos a quienes, al menos, logran ser atendidas dentro de los despachos; y nos compadecemos frente a quienes, como a mí, nos toca ser ninguneadas en la calle, sin permitirnos el acceso a un organismo que es público, para dejar un petitorio de vuelta progresiva a las aulas. Ciudadanas de segunda. Así me sentí frente a la municipalidad de Pilar. Nos dijeron que recibirían el petitorio solo si se iban los manifestantes. Hicimos caso. Durante una hora y media, tres madres en compañía de dos perros callejeros esperamos ser atendidas. Alguien que no fue el intendente recibió el petitorio. Esperamos otros 40 minutos, también en la calle, para que nos devolvieran el papel sellado. Mientras a las madres nos apremia la desesperación por un fin de ciclo inconcluso y las autoridades se resisten a escucharnos, la Diegep –Dirección de Educación de Gestión Privada–continúa amenazando a todos y cada uno de los colegios privados: "Ningún colegio está autorizado a abrir y ofrecer actividades presenciales de ningún tipo (deportivas, recreativas, académicas). Las transgresiones serán motivo de intervención desde la Diegep, además de eventuales presentaciones judiciales por parte de terceros". Así, nuestros esfuerzos quedan aislados, el miedo desgarra cualquier acto de valentía institucional. Pero somos madres y defender a nuestra manada nos lleva a seguir adelante.
El domingo pasado, mientras celebrábamos el Día de la Madre, abrieron los colegios para que votaran 142.000 ciudadanos bolivianos (ellos sí, ciudadanos de primera). En los mismos colegios estatales que, luego de siete meses cerrados, las autoridades confirmaban que no estaban en condiciones de abrir. Gran parte de nuestros vecinos bolivianos lo hicieron en Pilar, uno de los municipios más prohibitivos a la hora de coordinar cualquier tipo de apertura.
Sé que los adultos estamos cansados. Que son demasiados atropellos. Y que el año se termina. Pero aún no. Un mes y medio es un montón en la vida de un menor. Nos necesitan más que nunca para que defendamos sus derechos inalienables. El apoyo es contundente. Hasta la Sociedad Argentina de Pediatría se manifestó a favor de las clases presenciales. Y la OMS llama a los líderes mundiales a dejar de utilizar el confinamiento como medida. Estimo que podríamos utilizar el acondicionamiento de los colegios para que, en pequeños grupos, puedan comenzar a revincularse los alumnos.
Mi hijo mayor se llama Dante. Este último mes conocí a muchos como él. Todos atravesados por la misma angustia. En una de las manifestaciones los egresados pegaron carteles frente a la municipalidad. Uno de ellos escribió: "La única curva que aplanaron es la de mi felicidad". Es la frase que me hace seguir activa, golpeando puertas, hablando por Zoom, pensando en qué más se puede hacer para que nuestros hijos recuperen su identidad, su pertenencia, su sociabilidad.
El domingo pasado fue un Día de la Madre especial. El abrazo que nuestros hijos nos brindaron se lo devolvimos multiplicado. Cuentan con nosotras. No están solos. No lo estarán nunca.
Danisa Pedruzzi
DNI 24.997.822
Unidad de medida
En relación con la carta del señor José Deym, deseo rebatirla debido a que, en mi opinión, la idea que propone incurre en un viejo y conocido error. La conversión de todos los valores de la economía (precios, salarios, tarifas, etcétera) en un mero valor indiciario que el lector denomina UVC (unidades de valor constante) lo único que conseguiría sería reconocer explícitamente la impotencia estatal de controlar las variables que conducen a la estabilidad económica. Ese mecanismo sería equivalente a institucionalizar la inflación reconociéndola a través de una unidad de medida. Se trata solamente de explicitar un síntoma del mal que aqueja a la Argentina, pero no implica de ninguna manera solución alguna de nuestros problemas. Lo que requiere el país es un plan macroeconómico de estabilización que enfatice la depuración del gasto público improductivo y priorice la inversión pública y privada, generando con ello empleo y productividad. La clave, entonces, es el gasto público (acompañado de un sistema tributario neutral y equitativo). Por ello, la utilización de una mera unidad de medida de la inflación como la que propone el señor Deym lo único que consigue es acentuar los efectos negativos de esta última sobre el bienestar de la población.
Enrique L. Scalone
DNI 4.529.244
Humedales
Los 14 proyectos de ley de presupuestos mínimos para la protección de humedales están dando bastante que hablar. Más aún, ante la grave situación de incendios en el Delta, desde marzo de este año #LeydeHumedalesYa es la consigna. Es interesante aclarar que nuestro país ya cuenta con una ley de protección de humedales (ley 25.335/00), la cual surge de la ratificación del convenio internacional Ramsar e incluye actualmente 23 humedales y 5,7 millones de hectáreas protegidas en el país (incluido el Delta del Paraná, actualmente bajo fuego). Adicionalmente, contamos con un Plan Nacional de Manejo del Fuego (ley 26.815/12), que con escasos recursos ha estado haciendo frente a los devastadores incendios en varias zonas del país. Me pregunto si en lugar de crear otra ley, con su correspondiente estructura burocrática y presupuesto (que no sabemos de dónde va a salir), no sería mejor hacer cumplir y dotar del presupuesto adecuado a los organismos para cumplir las leyes existentes. No estoy en contra de una nueva y más completa ley de humedales; estoy a favor de que se cumplan las actuales leyes que los protegen.
Manuel Chiappe
DNI 26.895.402
Martín Fierro, en latín
Respecto del artículo de Daniel Gigena sobre una traducción del Facundo al mandarín (23/10/20), añado la referencia de mi versión latina del Martín Fierro (versión, no traducción; completé la primera parte y voy por la segunda). Mi Martinus Ferreus está disponible, gratis, en: https://litterulae.blogspot.com/p/textos-independientes.html. Como botón de muestra, cito la primera estrofa: "Hic canere incipiam/symphonia comitante:/homo enim maerore afflictus,/quem suscitat ardua vita,/similis avi desertae,/ canendo maestitiam lenit./Valete omnes".
Raúl Lavalle
raullavalle@fibertel.com.ar
En la red
En Uruguay sin verano: quejas por argentinos que ingresan y eluden la cuarentena
"Qué raro los argentinos metidos en algún tipo de infracción, sea cual sea"- Mariechen Cañete
"Uruguay está mejor porque su pueblo es responsable. El argentino se cree vivo, la avivada criolla no va más. Así hacemos con todo" - Margarita Martínez
"Está muy bien, los felicito por tomar esa decisión"- Elisa Liguori
Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires, Argentina