De los lectores: cartas & e-mails
Contradicciones
A quien le quepa el sayo, que se lo ponga. Barack Obama dice: "Cuando la gente te elige para dirigir un país, lo que menos quiere es escuchar tus quejas". Añado: y tus contradicciones.
Luis G. Altgelt
DNI 4.101.807
Docentes militantes
El periodista Luciano Román, en una columna de extraordinaria calidad literaria, ha puesto en claro la actualidad de la docencia argentina y de los docentes, aglutinados en sindicatos más preocupados por sus afiliados que por ser integrantes del sistema educativo nacional. Ellos militan la docencia, a la que subordinan a los gobernantes. Román califica con altura y precisión la conducta de ese sector. Así está el país. Rehacerlo costará mucho si permanecemos indiferentes como sociedad, muy lejos de las cualidades señeras que forjaron nuestra otrora elogiable y elogiada educación.
Gregorio Belkin
DNI 4.173.242
Aprobando alumnos
Soy profesor de filosofía desde hace más de 30 años en el nivel superior universitario y no universitario. Lamentablemente me toca padecer la obligación (que deja al descubierto el autoritarismo y la intolerancia hacia criterios profesionales plurales) de ignorar la diferencia entre lo real y lo virtual, debiendo legitimar y homologar conocimientos que no fueron realmente impartidos con aquellos que sí lo fueron, aprobar a alumnos a los que no he visto realmente, y suponer progresos cognitivos y méritos académicos que no he podido juzgar con base en observaciones reales (la RAE consigna "realidad" como antónimo de "virtualidad"). Es lamentable que estemos "obligados a considerar la nueva moneda de tan buena ley como la antigua" (Nietzsche, F.; Consideración intempestiva II, cap. 7). Y, por supuesto, es también lamentable que, paralelamente a la apertura de la casi totalidad de las actividades que habían sido suspendidas en auxilio de la disfuncionalidad del Gobierno para atender una situación sanitaria, la educación continúe en ese estado y sea manejada discrecionalmente, ya que así favorece la ignorancia y la continuidad de sus retrógrados administradores.
"Una época no se puede confabular y conjurar, para colocar a la siguiente en una situación en la que le sea completamente imposible ampliar sus conocimientos –tanto ilustres como los más diligentes–, deshacerse de sus errores y avanzar en general un paso más hacia la ilustración. Eso sería un crimen contra la naturaleza humana cuya determinación originaria consiste precisamente en ese progresar". (Kant, I.; Respuesta a la pregunta: ¿qué es la ilustración?).
Gabriel Genise
DNI 12.927.303
Ley de exterminio
En el marco de una liturgia cuidadosamente estudiada, ante la turbamulta apostada frente al Congreso, desde una pantalla gigante el presidente Fernández anunció, con rebuscada solemnidad y una carga de cinismo a toda prueba, el envío del proyecto de legalización del crimen del aborto. Él y todos los ideólogos de aquí y del mundo que apoyan el aborto saben de sobra que cuando este se practica se mata a un ser humano. De ello nadie tiene la menor duda; sin embargo, prima la ideología y recurren a eufemismos, como que se trata de la interrupción legal del embarazo, llamada ILE, y lo enmarcan dentro del ámbito de la salud pública, como si la eliminación del chiquito sea lo mismo que la extracción de un tumor o una peste que conviene erradicar. El aborto libre ya existe en la Argentina, pero la ideología "progresista" de aquí y del mundo quiere que sea legal, que deje de ser delito.
Ante la inminencia del tratamiento en el Congreso de este proyecto que pretende legalizar este abominable plan de exterminio de chiquitos, la Argentina de siempre, la Argentina profunda, debe salir nuevamente a las calles a resistir con toda fuerza este monstruoso desafío a la voluntad de Dios creador.
Alberto Solanet
asolanet@estudiosolanet.com.ar
Una burla
No soy economista y no dudo que el ministro del área está mucho más capacitado para hablar del tema específico. Pero, por razones de edad, tengo más experiencia que el de lo que uno puede esperar de los distintos gobiernos que han tenido a su cargo la administración de nuestro país. Agradece el ministro en un tuit que la carta que envió el Senado al FMI implica "un apoyo en este paso clave que marca la ruta hacia donde vamos. Una Argentina que crece, da trabajo y certezas". Siento que el ministro se burla de nosotros. Desde 2011 el país no crece, se han perdido miles de puestos de trabajo y todos los días nos sorprenden con un impuesto nuevo o una nueva limitación a nuestros derechos constitucionales (como el de transitar, la propiedad privada, etc.). Tal vez el FMI no conozca estos detalles, pero nosotros lo vivimos a diario. Me parece impropio de un ministro hacer afirmaciones que son tan fáciles de constatar como falsas. Espero que tome decisiones que, en el futuro, hagan creíbles sus dichos.
Gustavo Pittaluga
guspittaluga@gmail.com
Indignante
Soy un empresario, miserable como nos llama usted, tengo 75 pirulos y trabajo desde hace 57 años. Somos 100 personas, a las que desde hace 8 meses seguimos pagando sus sueldos y apenas 12 son las que trabajan. Lo único que se está gestando en las empresas que no pueden y no van a subsistir es empezar a despedir gente, creando una desocupación que usted ni se imagina. No se puede sobrevivir facturando un 25 o 30 por ciento de lo que era habitual, y el Gobierno nos sigue esquilmando con más impuestos, que hoy ya rondan más del 70% de la facturación y los perjuicios que causan estas leyes laborales que nos tienen maniatados con la doble indemnización, los sindicatos y seguir haciendo aportes a gente que no tiene la mínima voluntad de trabajar. Total, tenemos que pagarle igual. Resulta indignante –pero no me extraña– su actitud respecto de no tocar el gasto público. ¿Qué importa? Si los giles que trabajamos seguimos manteniendo a una sarta de inútiles y parásitos que no trabajan y están contaminados de actos corruptos. De a poco nos quieren convertir en Venezuela. De mi parte, le aseguro que voy a luchar y me va a encontrar en la vereda de enfrente.
Señor Presidente, a usted y a su jefa les digo: sáquense el odio y el resentimiento y gobiernen. Para eso los votaron.
Luis José Ramos
DNI 8.250.383
De Tomaso y Kipling
La excelente historia de vida publicada el lunes 16 "El mérito, las oportunidades y cómo se las aprovecha", escrita por Francis Korn, está referida a don Antonio de Tomaso, quien en el último año de su existencia se destacó como el ministro de Agricultura de los comienzos del gobierno del presidente Agustín P. Justo. A todo lo muy bien narrado en esa nota cabría agregar que a De Tomaso le debemos la que sin duda es la mejor versión castellana que hay del célebre Si.., de Rudyard Kipling. El autor de Kim de la India escribió su If como el conjunto de preceptos éticos más apropiado para el buen desempeño en la vida de cada uno de nosotros. En las librerías esa versión de Si... se podía comprar impresa símil pergamino, apta para enmarcar y colgar en una pared de nuestras casas.
Bernardo E. Arcioni
jubearcioni@fibertel.com.ar
Estacionamiento
Con respecto a la carta de lectores del señor Miguel Martín y Herrera referente al estacionamiento en la ciudad, quisiera agregar que el gobierno de la ciudad tiene dos políticas contrapuestas sobre el tema y que, de esa manera, contribuye al malestar general. Por un lado, tiene la política, acertada desde mi punto de vista, de desalentar el uso del automóvil, propiciando medios alternativos. La contrapartida a esa política es que, evidentemente, los autos que no se usan deben dejarse en algún lado. En este sentido, se han reducido sistemáticamente los espacios de estacionamiento, tanto públicos (bicisendas, terrazas para restaurantes, tachos de basura, lugares reservados para discapacitados que no son motrices, etc.) como privados (edificios con pocas cocheras, edificios de cocheras que se demuelen, etc.), en donde también el gobierno tiene responsabilidad por autorizar las obras. En algunos barrios podría solucionarse con los espacios bajo los viaductos de reciente construcción, pero parece que tampoco se pensó en esto. Sería más honesto que se prohibieran las agencias de venta de autos en la ciudad, ya que no se podrán usar ni habrá lugar para guardarlos.
Eduardo Urrutia
eurrutia@yahoo.com
VTV en Morón
Tuve la desgracia de hacer la verificación técnica vehicular en la planta de la avenida Zeballos 1749 del municipio de Morón. Las instalaciones del predio y las condiciones de mantenimiento del lugar son desastrosas. Me tocó el turno un día de lluvia y ya desde el portón de ingreso estaba todo inundado y lleno de barro, porque el playón es un piso precario de tosca totalmente desparejo y deteriorado. Me hicieron dejar el auto en un tinglado y caminar a la intemperie por el barro para ir a pagar el trámite en una oficina decadente dentro de un contenedor reciclado. El auto quedó todo embarrado, así que además de pagar el trámite después tuve que pagar para lavarlo.
Espero que la autoridad provincial que se ocupa de la habilitación de semejante lugar asuma su rol de contralor y tome nota de mi reclamo. Evidentemente este adefesio no cumple ni siquiera con los mínimos requisitos para una prestación razonablemente aceptable y todo parece organizado para que los contribuyentes estemos pagando para ser víctimas del maltrato.
Gabriel Ballester
gabrielballe@gmail.com
En la red
Santiago del Estero: el caso del padre de la niña con cáncer a quien le impidieron entrar
- "Terrible... mientras las fronteras son tierra de nadie, aquí se castiga a un padre que lleva a su hija recién operada, obligándolo a caminar… Señores, esto debería ir a la Justicia y que paguen todos..." - Ana María Luna
- "¡Vergüenza absoluta! ¿Hasta cuándo? No pueden pasar estas cosas. Me indigna. ¿Nada de empatía?" - Laura Gallego Prieto
Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar o a la dirección: Av. del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA) Buenos Aires, Argentina