Lenguaje de los fallos, embajadores políticos, símbolos
Lenguaje de los fallos
Esta carta de lector comenzó con una conversación de amigos con inquietudes y profesiones afines que se vieron sorprendidos por la noticia en la nacion titulada “El presidente de la Corte cuestionó el lenguaje de los fallos y planteó una postura revisionista”. En ella se informa que el doctor Horacio Rosatti había defendido su tesis para optar al título de doctor en historia ante un exigente jurado, en la que “analizó y cuestionó el lenguaje de la propia Corte a la hora de redactar sus sentencias”. Ambos consideramos que resultaba relevante que un miembro del máximo tribunal de justicia de nuestro país estudie, con objeto de mejorar, la forma que ese tribunal se expide a través de sus fallos y que lo haga con el rigor que impone una tesis doctoral en historia. Y que el motivo es porque hay “cierta falta de entendimiento de los fallos que puede haber conducido –entre otros factores– a que el mensaje de estos sea en ocasiones malinterpretado o, en el extremo, desoído”. Al cabo convinimos en que como simples ciudadanos debíamos apoyar a todo funcionario que asuma la tarea de criticar, para mejorar, aspectos de su labor y que si esta crítica recaía sobre el instrumento que plasma esa labor –el lenguaje y su forma de uso– además de meritorio resultaba imprescindible: ambos llevamos lidiando con la palabra escrita u oral, en la profesión y en la docencia de nuestras disciplinas, más de sesenta años, y podemos dar testimonio de su deterioro; que es deterioro y no cambio.
Juan José Ávila
juanjoseavila39@gmail.com
Eduardo Becher
edb@eduardobecher.com
Embajadores políticos
Como diplomático de carrera, puedo asegurar que cualquier funcionario profesional que hubiese cometido una torpeza semejante a la del embajador de la Argentina en Chile habría sido llamado de vuelta al país en el primer avión. La experiencia me indica que tal no es el caso con los embajadores políticos.
Juan Ángel Peña
DNI 0.574.505
Símbolos
Cada día lamentablemente se escucha más la frase “Argentina, país inviable”, a raíz de lo que nos sucede desde hace 75 años: no poder vivir sin inflación, morosidad judicial (adecuada a los tiempos políticos), reelecciones eternas de gobernadores (y ahora quieren retomar la de los intendentes), defensa de la delincuencia, aun en otro país (Jones Huala), incumplimiento de los fallos de la Corte Suprema, defensa de tiranos déspotas y asesinos que tienen ideologías parecidas, sindicatos que usan la salud para enriquecerse, pedir créditos internacionales o emitir bonos para pagar gastos políticos inmorales y después insultar al acreedor, en fin, la lista es larga y la conocemos todos. El problema radica en que cada día aceptamos más anormalidades obscenas inaceptables en cualquier país civilizado. Por eso muchos aquí se ríen con ironía por hechos que ocurren en otras naciones, que consideran exagerados y provocan la expulsión del funcionario, como usar una tarjeta de crédito del gobierno para pagar 20 euros de gastos propios o utilizar el mail del Estado para enviar un correo particular. Aun así, debe haber muchísimos indicios para ser optimistas en el futuro. Cada uno puede pensar en las señales de cambio necesarias para poder creer que nos encaminamos a ser un país serio y respetado, como alguna vez fuimos. Si debo elegir un símbolo, opto por uno muy pequeño: el día que nos avergoncemos y repudiemos el gol que le hizo con la mano Maradona a los ingleses. Pero todavía una mayoría lo sigue festejando, y lo llama picardía.
Vicente Casado Arroyo
vcasado.a@gmail.com
Más de lo mismo
En 2019 escribí una carta titulada “Prefijo reusado” en la que hacía referencia a los verbos –reestructurar, refinanciar, recomponer– utilizados en la economía argentina hasta el hartazgo, y al novedoso “reperfilar”, que comenzaba a insinuarse para redefinir lo que ya estaba definido. Dos años después, el “reperfilamiento” resurge como término reforzado para explicar el embrollo de la deuda soberana que continúa sin ser pagada ni renegociada de buena fe.
Propongo, otra vez, que dejen de repetir: la ciudadanía está cansada y el mundo, aburrido del relato argentino.
Claudia Silvana Queirolo
DNI 16.246.356
Boudou
Cómo puede ser que un delincuente condenado exvicepresidente Amado Boudou y que no cumplió su condena gracias a triquiñuelas legales se presente en un acto político a hablar públicamente. A mi entender la Justicia debería encarcelarlo de nuevo, al violar la prohibición de hacer política.
Otra vergüenza más de nuestros políticos.
Ernesto Vacarezza
DNI 7.595.105
Inclusión en deuda
El viernes pasado, mi hija de 20 años, que presenta una discapacidad motora que le impide caminar, por lo cual usa una silla de ruedas, tenía un pasaje a Neuquén por la línea aérea Flybondi. No bien llegó al mostrador se le preguntó si viajaba sola; ante la respuesta afirmativa se le indicó que por su condición no podía viajar porque era indispensable que tuviera un “acompañante”, ya que si pasaba algo ellos no la podían ayudar. Finalmente, gracias a otro pasajero que se ofreció como “responsable”, se le permitió subir al avión.
Desde chica nosotros (los padres) tratamos de que ella lograra la mayor independencia posible, algo que se logró en demasía: ella trabaja en una multinacional, es universitaria y representó al país jugando al tenis adaptado. Todo lo que quiera hacer lo puede lograr, salvo las barreras que la sociedad, o en este caso la aerolínea, le impone.
Es imprescindible que estas humillaciones no vuelvan a ocurrir por la inclusión de las personas con discapacidad.
Martín Dhers
DNI 16.580.905
Segunda dosis
Tengo 92 años; soy vecino de CABA; recibí la primera dosis de la vacuna Covishield el 22 de febrero de este año. Estuve internado entre el 9 y el 15 de mayo por “neumonía por Covid”, por lo que debí extender la recepción de la segunda dosis. Esta extensión ya ha pasado, así que debería recibir la siguiente dosis, pero, a pesar de que he intentado por distintos medios, no lo he conseguido. Espero que alguien decida al respecto.
Salvador Porto
DNI 4.789.941
En la Red Facebook
Feletti: después del congelamiento seguirá la intervención en los precios
“Es lo mismo de siempre. ¿Cómo van a congelar precios con una inflación de más del 50% anual? Repiten algo que saben de antemano que no funcionará”- Alberto Latini
“Argenzuela”- Nelly Etchepareborda
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