Voluntario de la Pfizer, listas para las PASO, dislate con la Sputnik
Voluntario de Pfizer
Fui uno de los 5000 voluntarios de la vacuna de Pfizer. Una interesante experiencia que me hubiera gustado que fuese útil para mí país. Demasiado ambicioso. Día tras día tengo que leer o escuchar que “los laboratorios no legislan en la Argentina”. No aclaren que oscurece. El apremio por la vacuna ha presionado sobre los laboratorios hasta el punto de exponerlos a liberar las vacunas lo antes posible, acelerando los procesos. Con este fin han estado dispuestos a brindarlas a los países cuyas leyes lo permiten. En la Argentina esas leyes no existen y por eso no tenemos la vacuna. Por supuesto, si las tuviéramos, tendríamos la vacuna. Esto habilita a todo patriotero oficialista a erigirse en héroe defensor de nuestra soberanía. Y nos ha costado muchos miles de muertos en nuestro país y que mi riesgo, junto al de otros 5000 compatriotas, sea usufructuado por otros países menos “soberanos”.
Carlos González Crende
DNI 12.946.893
Listas para las PASO
Leo con tristeza las listas de las PASO. Tenía la esperanza de que la oposición se uniría en pos de lograr una elección que nos llevara al éxito y lograr así una mayoría opositora en el Congreso, para no permitir más atropellos a una sociedad que viene golpeada y maltratada. ¿Cómo puede ser que luego de meses de observar el mal manejo de la crisis por la pandemia, el destrato a quienes les tocó vivir situaciones límites, a los varados en el exterior, la poca valorización de los equipos médicos, no pudieran unirse y así demostrar que la ciudadanía se veía respaldada por políticos que demuestran un interés en ellos?
Una vez más, toda la clase política nos revela que para ella los ciudadanos comunes no tenemos la suficiente importancia y que solo importa llegar a cargos públicos y alimentar su propio ego. Una vez más... ¡la desilusión!
Silvia Monzón
DNI 12.528.374
Dislate con la Sputnik
Desatada la pandemia a principios del año pasado, y en busca de la única alternativa –la vacuna–, el Gobierno decidió a los pocos meses encarar el tema con la elección de la de origen ruso, en negociaciones encomendadas a personas de segundo o tercer nivel de las áreas de la salud. Así se anunció oportunamente la compra casi exclusiva de más de 18 millones de unidades. Se hablaba ya de dos etapas de aplicación, y también de que la segunda etapa podía presentar algunas dificultades. Se informó de 30 días de diferencia entre una y otra, después se agregaron algunas semanas, y finalmente 90 días entre la primera y la segunda dosis. Con estupor empezó el retraso en el envío, y la llegada de la segunda dosis es mínima con respecto a la primera. No obstante, el Presidente llegó a decir que estábamos “venciendo a la pandemia”, haciendo comparaciones desafortunadas con otros países como Suecia, Chile y Uruguay, que la realidad transformó en ridículas. Finalmente estamos inmersos en una esperanza que se vuelve cada vez más tortuosa. La aparición de un mail, días atrás, nos muestra a una funcionaria, gestora de estos acuerdos, que reclama casi con temor el cumplimiento de lo acordado. Descubrimos que nunca existió una gestión oficial a través de la Cancillería ni que haya intervenido la embajada argentina en Rusia. Todo un dislate, agravado por el hecho de que sabiendo de este faltante siguieron aplicando la primera dosis cuando hay más de 4 millones de argentinos esperando la segunda ya vencidos los plazos para completar la vacunación. A los ya miles de muertos se suma la angustia de los millones con alteraciones psíquicas que estamos a la espera de algún descubrimiento de la ciencia para ver cuáles son las posibilidades de vida en esta pandemia.
Si no fuera tan grave la situación, podríamos decir que Fellini la llevaría con su magia a una pantalla, y si viviera Vaccarezza, escribiría el más grande sainete de la Argentina.
José María García Arecha (h.)
Exsenador de la Nación (UCR-CABA)
Pymes: ¿vale la pena?
Totalmente de acuerdo con la carta del señor Pablo Cherny (“Agonía de las pymes”). Detalla puntualmente una situación que padecemos o padecimos todos aquellos que hemos buscado un emprendimiento propio para no morirnos de hambre con nuestras magras jubilaciones y poder mantener lo que logramos en la vida con mucho esfuerzo y trabajo. Una vez alguien me dijo, antes de que tuviéramos un negocio: " En la Argentina, si tenés un comercio y querés pagar todo y tener todo en blanco, te fundís”. Exactamente lo que nos pasó. Hubo que cerrar. La presión tributaria es altísima y la ganancia, si la hay, mínima. Como alguna vez apuntó mi marido: “Cuando tenés un negocio, tenés un socio que es el Estado, que no puso un mango y que se lleva un porcentaje altísimo de tu inversión y de tu trabajo”.
Me pregunto: ¿vale la pena? ¿O es mejor buscar un cargo público?
Mirta S. Torres
DNI 4.593.507
Liceos militares
Con referencia al editorial del 23 del actual, parece increíble, pero cada vez que surge el tema de los liceos militares se nota que los que los que critican no conocen los méritos de esas instituciones, más aún porque generalmente están basadas en ideologías de distinto orden que nada tienen que ver con la formación de jóvenes en una escuela secundaria. Las opiniones de los egresados jamás se mencionan para poder evaluar los méritos de estas instituciones en el orden cultural, moral, deportivo que los egresados practican, tanto los que hicieron el ciclo completo como los que cursaban solo tres años para cumplir el servicio militar años atrás, con lo cual el número de los que pasaron por sus aulas exceden ampliamente los 100.000 desde 1943. Como egresado en 1947 puedo dar fe de lo que expongo, y si bien algunos siguieron la carrera de las armas, la mayoría optó por profesiones civiles. Todos los egresados pueden confirmar no solo lo precedente, sino la enorme satisfacción de haberse formado en un clima de compañerismo, respeto y amistad basado en valores morales de los que lamentablemente hoy muy pocas instituciones pueden vanagloriarse.
Carlos Alberto Gietz
carlosgietz@yahoo.com.ar
En la Red Facebook
Mendoza. Fue a comprar dólares para irse del país y lo mataron en su auto
“Qué tristeza que en mi Argentina tengamos que vivir encerrados y los delincuentes, libres...”- María Medero
“¿Cuándo va a preocuparse este gobierno por la seguridad de su pueblo? Ah, cierto, primero sacarse sus causas, el pueblo que espere“- Alcides Franzoy
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