Cementerio de la Chacarita

Acabo de regresar del Cementerio de la Chacarita donde afortunadamente no iba desde hace cuatro años.

Quisiera resaltar algunos temas:

• En el servicio de capilla nos recibió un sacerdote mayor, sumamente cálido y fuera de toda formalidad escrita. Nos llegaron sus palabras de fe y contención. Diez puntos.
• Yendo para el crematorio se ven nichos de antaño, rotos, abandonados, algunos con cajones dentro que al parecer fueron vandalizados. A continuación, sobre la izquierda, se observan varias parcelas donde el pasto llega a los 50 centímetros. Un desastre de desprolijidad y desidia. Me parece, que nuestros impuestos deberían también verse reflejados en estas cosas. No pretendo que sea el Memorial de Pilar, pero sí un lugar donde se respeta lo que pasa y donde dejamos los restos de nuestros seres más queridos.
• A la salida, hay una empresa que hace abrir los baúles de los autos supuestamente porque se roban bronces y otros materiales. Saben que no es así. El tema se maneja desde dentro.

Plata mal gastada que debiera ponerse en cortar esos pastos, mínimamente y en arreglar o tirar abajo nichos absolutamente en estado calamitoso. Ocúpense no solo de que cada “cuidador” cobre por mes para custodiar las tumbas, sino en mantener ese lugar digno y respetuosamente acondicionado.