Prohibido olvidar: en honor al Crucero
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A.R.A. General Belgrano (2 de mayo de 1982, 17 hs)
Cada día dos, llegas a la playa, apesadumbrada,
esperando acaso que el mar te devuelva,
lo que una tarde te dejó sin alma...
Ya de nochecita regresas a casa
con los ojos tensos de amargura y pena,
sedientos de fe, cubiertos de lágrimas...
No pudo volver. Quedó allá en la hondura
Sin poder enviarte su sonrisa fresca, desde la distancia.
Se fue con su angustia, pensando en la nada.
Cuando esa nada se llenó de estruendos
y el mar, esa tarde, ahogó lo que amabas.
Dijeron que hundirlo fue lo “innecesario”
porque el Buque estaba afuera del “Area”.
Pero en una guerra: ¿Quién guarda sentido?
Si lo que hay de justo, no sirve de nada.
Lo que sí es seguro, que los los días dos,
llegas a la playa con tus esperanzas,
que se van perdiendo como aquella espuma,
que, muy suavemente, penetra en la arena,
y en tus ojos deja la triste añoranza...
Cada día dos, vuelves a la playa, apesadumbrada
Esperando acaso que el mar lo devuelva,
y el mar en silencio, no te trae nada.
Edelcio Antonio Aguilo