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Alberto Fernández enfrenta un problema inesperado: supuestos y no tan supuestos compañeros de ruta le quitan por anticipado el mérito de tener a su alcance los votos que necesita para ser presidente. Basados en el sólido antecedente de su arrasador triunfo en las primarias del 11 de agosto, desde distintos lugares coincidieron en poner lejos del candidato del Frente de Todos las claves de un triunfo que anunció un cambio de rumbo.
Apenas días después de las PASO, Diosdado Cabello, el hombre fuerte del régimen venezolano, le dio a Fernández la bienvenida con un "no vaya a creer que lo eligieron porque es él". Ya entonces, el candidato que eligió Cristina Kirchner había tomado una cierta distancia de Venezuela sin definir a su gobierno como una dictadura. No fue suficiente para Caracas, parece.
Luego de definir los tres mandatos del matrimonio presidencial como los mejores gobiernos "en décadas", Horacio Verbitsky dijo el domingo a Perfil que "si Cristina era candidata, el resultado electoral no hubiera sido muy distinto del actual. Si Alberto se hubiera presentado sin Cristina, habría obtenido resultados parecidos a los de Florencio Randazzo en 2017".
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