Sueño
"Este domingo votaremos en paz", dice Alberto Fernández. "Cualquiera sea el resultado, será la fiesta de la democracia", completa Mauricio Macri. Los dos principales candidatos, el actual presidente y quien pretende disputarle el cargo, miran a cámara uno junto al otro. Graban un spot televisivo para ser emitido en las pocas horas que nos quedan antes de volver a votar.
No sobreactúan una confraternidad que no tienen, pero se muestran sobriamente afables y ya no se gruñen como en los debates. Saben que en estos días difíciles en América Latina, la Argentina -a pesar de sus múltiples y complejos problemas- brinda un gran ejemplo continental al mantenerse en calma y dirimir sus diferencias en las urnas. No es un valor menor mientras arden Chile y Ecuador; Bolivia y Perú se debaten en medio de graves tensiones institucionales, y Nicolás "Superbigotes" Maduro se arroga comandar la inestabilidad latinoamericana desde la arrasada Venezuela.
Competir con pasión no es incompatible con la cortesía personal. Y es un ejemplo para los demás. Lamentablemente no sucedió, ni sucederá, pero hubiese sido algo simple, bonito y emocionante para todos. Tal vez la próxima ellos u otros se animen.