Crecen las acciones cibernéticas "secretas" de guerra
En el particular universo de la cibernética pareciera estar creciendo el uso de medidas ofensivas y defensivas que pueden calificarse como verdaderas acciones de guerra. En los últimos tiempos, ellas han ocurrido muy en particular respecto del peligroso conflicto que enfrenta a los Estados Unidos con Irán. Así como en Medio Oriente. Veamos dos de los ejemplos recientes.
Primero, los Estados Unidos impidieron el funcionamiento de una base de datos que estaba siendo utilizada por las fuerzas paramilitares iraníes para interrumpir, con reiteración, el tráfico de buques-tanque en el Golfo Pérsico. Esto sucedió luego de que Irán anunciara haber derribado un "drone" de observación norteamericano. La acción fue dispuesta por el Comando Cibernético del ejército de los Estados Unidos, conocido como "CYBERCOM", luego de ser aprobada específicamente por el propio presidente, Donald Trump.
Ese Comando Especial provee –cabe apuntar- servicios a todos los mandos regionales norteamericanos. Fue creado en 2009, para "defender los intereses vitales de los EE.UU. en el espacio", incluyendo los satélites que hoy están en órbita, de los que dependen las comunicaciones y la defensa del país del norte. Es el comando más nuevo desde que, en 1947, se creara la Fuerza Aérea del país del norte. El nuevo Comando Especial norteamericano aún no tiene decidido su emplazamiento final y se cree que el mismo estará entre algunas de las seis bases aéreas que han sido ya preseleccionadas al efecto.
El gobierno de Irán continúa tratando de reconstruir la base de datos que fuera objeto del ataque.
Segundo, Israel acaba de revelar algunos detalles de una operación militar que ha realizado hace pocos días en el Líbano. Me refiero a la que, con misiles, destruyó una instalación emplazada en el interior del Líbano destinada, según se informó, a fabricar misiles de corto y mediano alcance. La operación en el Líbano cuenta con asesoramiento y tecnología iraní en la fabricación de misiles, para ser utilizados por Hezbollah.
Previamente, Israel había bombardeado un edificio operado por ese mismo movimiento terrorista, emplazado en los suburbios del sur de Beirut. Este último ataque fue denunciado públicamente, de inmediato, por Hezbollah.
No es la primera vez que Irán construye armamentos en la ciudad de Beirut, arriesgando de esa manera la vida de todos los habitantes locales que residen en derredor del respectivo complejo militar.
Las operaciones militares de Irán en el Líbano están a cargo del Cuerpo Iraní de Guardias Revolucionarios, una milicia directamente bajo el comando de los más altos clérigos iraníes, y que opera dentro de la fuerza denominada: "Quds".
Al momento de identificar a quienes se tienen por responsables de la fabricación de misiles en el Líbano se comprobó que uno de ellos tenía un largo historial terrorista, desde que los Estados Unidos lo han detectado como el que fuera responsable de haber planeado y ejecutado, en 1983, el ataque perpetrado contra los cuarteles de la infantería de marina norteamericana en esa ciudad, como consecuencia del cual murieron –hace más de treinta años– 241 efectivos norteamericanos.
Los dos ejemplos antes mencionados sugieren que las acciones preventivas (ofensivas y defensivas) de guerra se realizan también, cada vez con mayor frecuencia –a veces con total sigilo- en el capítulo de la cibernética, que se ha transformado en uno de los escenarios centrales de las guerras contemporáneas, en el que ahora –queda visto– ha ocurrido el incidente fronterizo en Medio Oriente más peligroso de los últimos años.