¿Cuál será el resultado del comercio internacional?
Cuando el tipo de cambio está atrasado, ya sea por la entrada de deuda u otras razones como inversiones privadas, nosotros vemos que la cuenta corriente resulta negativa, como está en este momento. Este es el nivel record de resultado negativo de la cuenta corriente en toda nuestra historia, claro que a nivel de dólares nominales aunque también podría ser en dólares constantes.
Veamos lo que dice la teoría, que se cumple muy bien en este tipo de casos. Si el tipo de cambio es muy bajo, que ya lo damos por descontado, el balance de comercio real va a dar negativo también, y eso es precisamente lo que está ocurriendo en este momento.
La entrada de capitales por deuda o por otras razones, como podría ser el aumento de la los recursos financieros para inversiones, va a tener su correspondiente resultado negativo de la cuenta corriente, salvo que haya un aumento o disminución de las reservas internacionales.
En general, no hay una gran variación de reservas internacionales, por lo que podemos descartar esta variante. Si lo hubiere, sería el caso para considerarlo pero, por el momento, esa evolución no se está dando.
Este año tendremos un resultado de las exportaciones de bienes versus las importaciones del mismo tipo negativo de alrededor de u$s 8.000 millones, lo que hasta ahora no había ocurrido nunca. Esto es producto del nivel de las relaciones técnicas con el exterior, que muchos lo llaman también “atraso cambiario”.
Para el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el tipo de cambio es la consecuencia de la oferta y demanda de divisas, y eso es lo que está ocurriendo en este momento. En la medida en que hay mucha confianza, como ocurrió durante muchos años de la convertibilidad, el tipo de cambio se mantiene constante o en realidad baja en términos reales. Baja en la medida en que tenemos inflación.
¿Qué necesitamos hacer para corregir este resultado? Primero, hay que estar de acuerdo en que este tipo de cambio es un problema, que para muchos economistas, no lo es. Si no lo es, necesitamos seguir así, hasta que en algún momento se produzca una diferencia notable entre la oferta y demanda de divisas, entre la inflación y la variación del tipo de cambio, pero allí se habrá acabado todo.
En segundo término, si se acepta que el tipo de cambio está en un nivel fuera de equilibrio ya hoy, y que tendría que valer, digamos para no perder posibilidades reales, alrededor de 30 $\u$s sin considerar los efectos distorsivos de esta devaluación, eso nos provocaría una necesidad de ajuste inmediato y no podríamos esperar que se dé una evolución natural que nos vaya llevando al punto de equilibrio gradualmente.
¿Qué camino debemos tomar? Es muy difícil decidirlo, depende mucho de la posición política que tengamos. Si queremos llegar al punto de equilibrio muy rápido, habrá que hacerlo todo de una vez, en cambio si uno espera que se vaya ajustando gradualmente el tipo de cambio, habrá que seguir como vamos. Solo que hay que advertir que cuando llegue el momento del ajuste final, ese será el momento de la verdad, porque ya no habrá tiempo para corregir le evolución del tipo de cambio de manera gradual.
Personalmente, me inclino por hacer un ajuste importante del cambio ahora, pues es fundamental encontrarse con el tipo de cambio correcto cuanto antes.