Las palabras. Dan miedo
"Cuando nos quedamos a solas, pensamos en serio. Bueno, imaginen a Aníbal Fernández conduciendo la provincia."
(De Felipe Solá, candidato a gobernador por el massismo.)
"Drogas, sí; drogas, no", dice el spot con el que Felipe Solá, candidato a gobernador bonaerense por el massismo, intenta defenestrar a Aníbal Fernández, uno de los contendientes kirchneristas para ese cargo. El video es austero y el mensaje, aunque belicoso, podría volverse un búmeran para cualquier dirigente con gestión de gobierno.
Siendo que don Aníbal es más impermeable a las críticas que traje de neoprene, ¿habrá querido indirectamente Solá fortalecer las chances de Julián Domínguez, el otro precandidato K a suceder a Scioli en Buenos Aires?
Podrá parecer rebuscado, pero pegarle a Aníbal cuando ni siquiera está decidido que se vaya a quedar con la candidatura a gobernador por el cristinismo es como tirar a los laterales cuando queda un bolo triste y solitario justo en el medio.
Lo que no está en discusión es el drama del narcotráfico, que por otro lado no ha crecido de golpe, por lo que convendría que Solá, que fue gobernador de esa provincia entre 2002 y 2007, contribuyera con la memoria de sus potenciales votantes dando cuenta de qué fue lo que él hizo durante su mandato para que esa cuestión no se fuera de madre.
En 2007, la entonces candidata a gobernadora bonaerense por la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer, pedía la renuncia de Solá. "El delito copó la provincia. Ya no se soporta más. El secuestro, el robo, la violencia son más que hechos policiales. Son tragedias, son epidemias que destruyen familias", decía la hoy candidata a presidenta por el frente Progresistas.
La cuestión, de todos modos, excede a Solá, a quien sucedió en el puesto Scioli, dos veces gobernador bonaerense y hoy candidato a presidente por el kirchnerismo. Sin ir más lejos, uno de los últimos datos de la Sedronar dio cuenta el año pasado del sostenido aumento en el consumo de drogas duras como éxtasis, cocaína y paco entre estudiantes secundarios registrado en el período 2001-2011 en ese distrito.
Pero no todo es crítica. Hay algo destacable en el spot de Solá: debemos hacernos cargo del flagelo de la droga. Y una forma de hacerlo es no esconderlo más, dejar de mirar para otro lado. No emulemos a nuestra reina madre que el domingo pasado tuiteaba sobre Grecia mientras acá, en casa, el 20 por ciento del padrón electoral del país, casi siete millones de ciudadanos, participaba de elecciones en cinco distritos.
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