David Toop: ¿cómo suena el siglo XXI?
Antes de su visita a la Argentina, el músico experimental y ensayista inglés describe los diez sonidos que, según él, definen la vida contemporánea: la tecnología, la vida urbana, la convivencia de idiomas y los vestigios de la naturaleza, entre ellos
Si por David Toop (Hertfordshire, 1949) fuera, el Louvre no tendría la forma de una pinacoteca universal sino que sería un templo dedicado a catalogar los sonidos de la historia del mundo. Este músico, escritor y académico reconocido por sus trabajos experimentales es un aventurero que ha dedicado su vida a indagar el linde entre ruido, silencio y música a través de discos, instalaciones en museos y galerías, artículos (es una de las firmas salientes de la influyente revista The Wire) y libros. El sello argentino Caja Negra tradujo al español este año Océano de sonido (1995) y Resonancia siniestra (2010), dos textos imprescindibles en la indagación del sonido como uno de los frentes menos explorados del arte contemporáneo. Toop visitará Buenos Aires para dar una conferencia performática en el Malba (el próximo miércoles a las 19) y un concierto en el Centro de las Artes de la Unsam (el viernes a las 20). Aquí, a pedido de la nacion, reflexiona sobre los diez sonidos que, a su entender, definen la vida contemporánea.
1. COTORRITAS DE COLLAR
"En un parque del norte de Londres se instaló en los últimos años una bandada de cotorritas de collar. Escuchar sus hirientes graznidos tiene algo perturbador, como si de pronto fuésemos trasplantados a algún lugar del sudeste asiático. Por supuesto que son una especie exótica, de esas que expulsan a las aves autóctonas, como los pájaros carpinteros, y les hacen subir la presión a los amantes de las aves. Es un debate que trae los ecos de la tóxica controversia sobre la inmigración que ocupa el centro de la escena pública desde el referéndum sobre el Brexit. Las aves nos enfrentan con un recordatorio de que las ideas conservadoras sobre la naturaleza pueden extenderse a la intolerancia y la falta de compasión ante el drama de las migraciones en la sociedad humana."
2. EL TIMBRE DEL COLECTIVO
"El colectivo que suelo tomar tiene un timbre que suena cada vez que las puertas se abren o se cierran, un pulso de una sola nota que es un poco demasiado estridente para cualquier situación normal. Aunque es electrónico, el timbre de esa nota es cercano al de la trompeta, y sus repeticiones siempre me hacen acordar de la obertura del Guillermo Tell de Rossini. A su vez, eso me remite a El llanero solitario, que usaba de tema musical el finale de la misma obra de Rossini. Entonces me sumerjo en ensoñaciones sobre las tardes de sábado en casa de mis abuelos cuando miraba programas de lucha libre en la televisión y esperaba con ansiedad la hora de El llanero solitario, conteniendo el aliento por el resultado de los partidos de fútbol mientras mi abuelo escuchaba atentamente la radio al mismo tiempo que inundaba el ambiente con el humo de su pipa."
3. ZORROS URBANOS
"Londres está ahora llena de zorros que dividen las opiniones. Algunos adoran su belleza salvaje y dicen que le aporta a esta ciudad un elemento de naturaleza indómita. Otros piensan que son una plaga y quieren exterminarlos. En su mayoría, esos zorros son tímidos y evitan cuidadosamente el contacto humano, pero de tímidas sus vocalizaciones no tienen nada. Sus ásperos ladridos suelen oírse de noche, mientras corren por las calles en busca de basura comestible que no haya sido embalada con esmero. Pero cuando más se siente su presencia es en temporada de apareamiento. Los sonidos que emiten al copular -aullidos y balbuceos- llegan a ser profundamente perturbadores y pueden interrumpir nuestro sueño como la pesadilla de una ciudad atacada por monstruos."
4. VOCES Y LENGUAJES
"Londres es una polifonía de voces de numerosos países, etnias y regiones lingüísticas. Antes podía jactarme de reconocer cualquier idioma pero actualmente debo reconocer mi creciente ignorancia. Londres es una ciudad en estado de cambio, marcada por profundas divisiones entre ricos y pobres, así que su composición demográfica también se altera drásticamente, con diversos grupos étnicos que se instalan en zonas específicas, y luego se mudan, o se mezclan con otras etnias. Si llevo a mi nieta a la plaza, por ejemplo, escucho muchas voces en español, algunas en portugués, y a un hombre que habla inglés con acento sudafricano pero que se dirige a su hija hablándole en alemán. Uno suele escuchar gente que se queja de escuchar tantos idiomas extranjeros pero la vida en el siglo XXI se enriquece inconmensurablemente con esta polifonía de lenguas. Y si bien ya no logro reconocerlas a todas, eso aumenta mi conciencia de que el mundo es un lugar de una complejidad incognoscible."
5. TECNOLOGÍA DOMÉSTICA
"Muchos de los sonidos domésticos que aceptamos como parte del estado de silencio son de nivel muy bajo, una sumatoria de todos los aparatos que funcionan en el interior de la casa. Podría describirse como un canto de sirena, el chasquido de la tele digital cuando se enciende, la heladera que se despierta y vuelve a dormirse, el calefactor y el termotanque que se activan, el extractor de aire del baño que zumba hasta que su ciclo automático llega a su fin. El mensaje de esa canción es que somos más afortunados que nuestros abuelos, pero que al mismo tiempo somos cómplices, por más que no queramos, de la crisis medioambiental del planeta. Toleramos el sonido, tal vez incluso lo celebremos como un alivio de tanto silencio porque se nos ha hecho imposible vivir sin la practicidad de las cosas que inventan para hacernos la vida más cómoda."
6. ESTANQUE
"En el jardín de mi nueva casa había un rincón bastante feo, así que ahí mandé construir un estanque, que rápidamente se pobló de ranas y toda suerte de criaturas acuáticas. En mi último disco como solista, grabé un tema sobre la tradición de colocar piedras siguiendo las instrucciones de un manual de jardinería japonesa del siglo XI. En mi cabeza, existe un paralelismo entre colocar piedras y componer música. En aquella época pasaba mucho tiempo sentado escuchando junto a mi estanque, así que hice una grabación con hidrófono submarino, que luego se convirtió en el componente básico del tema del disco. Esos sonidos intermitentes y burbujeantes eran extraños, casi como de música electrónica. Cuando se hace silencio, me siento a escuchar junto al estanque y alcanzo a oír algunos de esos sonidos sin necesidad del hidrófono. El estanque es una compleja entidad viva que expresa su energía a través del sonido."
7. AERONAVES
"En 2010, iba camino a Austria cuando todos los vuelos fueron suspendidos debido a una nube de ceniza proveniente de un volcán en erupción en Islandia. Así que me volví a casa y me senté afuera a leer un libro. Me impresionó la total ausencia de tráfico aéreo, y de pronto me inundó una inusual sensación de tranquilidad. No vivía cerca de ningún aeropuerto, pero igual allá arriba siempre pasaban aviones a intervalos regulares, y su sonido peinaba la región como un ruido cuasi subliminal. Aquel fin de semana fue casi un experimento de laboratorio para descubrir los efectos fisiológicos del ruido ambiente generado por las aeronaves. Y mi sensación de relax me dijo que los afecta, y mucho."
8. ALARMAS Y SOPLADORAS DE HOJAS
"Soy tolerante con los sonidos urbanos, y en su mayoría los disfruto. Ya sea que uno elija vivir en una gran ciudad o que no tenga más remedio, tenemos que aceptar que muchos de esos sonidos son subproductos de la infraestructura, de la energía y del movimiento, que son precisamente las razones por las que queremos vivir en una gran ciudad. Pero los efectos nocivos de la polución sonora están bien documentados. En la calle donde vivo es frecuente que se disparen las alarmas de los autos o las casas, y a partir de ese momento se hace imposible trabajar, pensar, y hasta existir. Hay un ruido particularmente agudo y chillón que parece calarme hasta los huesos. La gente también suele usar sopladores de hojas, que a mi entender no son más que una muestra de pereza que derrama toda esa energía acumulada sobre el resto del vecindario. Como si fuese un agujero negro, el ruido de esos dispositivos se traga toda posibilidad de escuchar otra cosa que no sea su rugido."
9. LLUVIA
"Cuando me mudé, tuve que gastar un montón de dinero para arreglar las goteras del techo. Cuando el problema quedó solucionado, pude volver a escuchar la lluvia con la misma profunda sensación de placer y bienestar de antes. Una de mis experiencias auditivas favoritas es despertarme a la mañana por el sonido de una lluvia suave, leer un poco o tal vez soñar despierto, con ese suave sonido de fondo. Trasladarse al centro de la ciudad cuando llueve mucho suele ser una experiencia para lamentar, pero nada cambia el enorme disfrute de escuchar los infinitos detalles sonoros de los diferentes tipos de lluvias. Estar conectados con el clima es una exigencia fundamental de la vida."
10. AUTO-TUNE
"La música a todo volumen en los autos es menos común de lo que solía ser en Londres. Hace unos días, escuché una canción pop-R&B que salía de un auto estacionado con la puerta abierta. Como suele ocurrir con el pop contemporáneo o la música dance, las voces habían sido corregidas digitalmente con auto-tune. Ese sonido tiene algo molesto, es difícil decir exactamente qué es, pero define el espíritu de nuestro tiempo, en el que mucha gente vive en un espacio inédito que está a medio camino entre la vida física y la red digital, a la que pueden acceder a través de sus teléfonos, tablets y computadoras. El auto-tune, mitad androide y mitad humano, nos habla de ese estado de suspensión. Nos guste o no, es uno de los sonidos más importantes del siglo XXI."
(Traducción de Jaime Arrambide)
Biografía
David Toop nació en Hertfordshire en 1949. Es músico, curador y artista sonoro. Integró un colectivo de improvisación musical que fue parte de la escena experimental de los años 70.Como crítico, escribe en The Wire. Al español se tradujeron sus libros Océano de sonido y Resonancia siniestra.
Esta semana hará una conferencia performática en el Malba (el 28/6 a las 19) y un concierto en el Centro de las Artes de la Unsam (el 30/6 a las 20).