De los lectores: cartas & mails
Lo que merecemos; Privilegios; Retenciones otra vez; Carta a Maduro; Alarido por la vida; ¿Para cuidarte?
Lo que merecemos
Muchas veces escuchamos decir que deberíamos tener "la Argentina que nos merecemos". La verdad que la que nos merecemos ya la tenemos. Es la que forjaron los políticos populistas, los no populistas que no se animaron, los cientos de funcionarios corruptos que nos gobernaron durante décadas, los ciudadanos de a pie que nunca se animaron a denunciar a los corruptos. En definitiva, muchos de los integrantes de esta sociedad que construyó una matriz tan corrupta como hubiera sido difícil de imaginar.Hoy estamos aquí en esta Argentina que lamentablemente hemos construido. Tenemos hoy la oportunidad de merecer una patria grande sin mentiras, sin atajos, sin robos ni coimas ni bolsos.
Argentinos, hagamos lo que corresponde y entonces sí mereceremos una patria como la que soñaron nuestros abuelos .
Ernesto H. Perasso
DNI 7.731.904
Privilegios
Creo que la sociedad argentina podría aceptar menos amargamente las medidas depredadoras del sector privado anunciadas por el Gobierno y la suspensión de la obra pública tan necesaria para muchos argentinos si hubieran tenido la delicadeza de anunciar, como primera medida, la eliminación de las jubilaciones de privilegio. No solo se hubieran ahorrado cuantiosos fondos que se distribuyen inmoralmente -violando el principio de igualdad que debería regir para todos los jubilados del país y desalentado los parásitos que viven holgadamente del esfuerzo ajeno amparados en su rol de funcionarios públicos-, sino que se hubiera ganado el respeto y la credibilidad del pueblo argentino.
Mercedes Villa Larroudet
DNI 18.315.926
Retenciones otra vez
Durante la era K, las retenciones provocaron el amesetamiento de la producción del campo y la quiebra y la desaparición de 100.000 productores. Al renovar esos gravámenes, es muy probable que las promisorias expectativas de un aumento extraordinario de las cosechas disminuyan drásticamente y que vuelvan a tener lugar quiebras y desapariciones de productores agropecuarios. Desde los escritos de Adam Smith sabemos que la economía no es solo números, sino que se amalgama con los sentimientos morales. El lunes cayó un generalizado manto de tristeza sobre el campo cuando trata todavía de recuperarse de una cosecha devastadora y con precios internacionales nada alentadores. Pero se creyó muy firmemente que la saña de Kirchner y Lavagna había quedado atrás en el tiempo y que se abrían nuevos horizontes para trabajar. No fue así.
El sentimiento que esto provoca es una enorme decepción. Y todos saldremos perdiendo. El Gobierno, también.
Pablo F. Marchetti
DNI 6.002.426
Carta a Maduro
Ya que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se arroga el derecho de hablarle al pueblo argentino, me asiste el derecho a responderle como argentino que soy. Señor Maduro: no sé si es por ignorancia o mala fe que agredió a mi pueblo, así que le aclaro que mi país no redujo sueldos, no está negando las inversiones ni desmantelando el Estado. Todo lo contrario. Estamos recibiendo a nuestros hermanos venezolanos, que con mucho sacrificio vienen a mi país y consiguen trabajo huyendo de usted. Lamentablemente, consiguen empleos por debajo de su alta capacitación, pero viendo el temple de los que pude conocer, sin duda progresarán rápidamente. Lo que estamos haciendo, y es muy doloroso, es trabajar duro para salir de la fantasía populista del despilfarro que tanto mal nos hizo. Por último, el FMI no nos "clavó garras colonialistas". Accedió a prestarnos lo que le pedimos, ya que el populismo nos dejó quebrados.
Con toda la fe de que el sacrificio argentino nos llevará a buen puerto, y la esperanza de que en algún momento sus mentiras cesarán y la rica Venezuela volverá a ocupar el lugar que merece, le dejo un saludo.
Gonzalo Aulet
DNI 17.359.014
Alarido por la vida
Aun espero, necesito esperar, el grito, el alarido de los argentinos. Ante un gobierno que plantea la posibilidad de la vida o la muerte del más inocente, inofensivo e indefenso de los seres, nuestros hijos en el vientre de su madre. ¡Madre! Qué manera de prostituir este nombre. Espero el alarido de horror, de espanto de mis compatriotas, con quienes podía compartir todo lo que significa esa palabra; ahora son desconocidos, seres a quienes debo temer, personas que dudan de si sería mejor matar a esos niños. Cuánto dolor, cuánta vergüenza, cuánta bajeza; daría la vida por cada uno de ellos y pienso que todos lo deberíamos hacer. Sin embargo, percibo indiferencia, frialdad, comodidad, cuando no agresión, insulto, porque cuestiono la genialidad de esas personas que creen haber solucionado sus problemas matando a nuestros hijos. Necesito pensar que queda gente de bien, con valores, con principios, que le duele cada niño privado de la vida. Que tiene vergüenza. Sigo esperando el alarido que nos devolverá la paz y la dignidad tan oprobiosamente perdidas por todos los argentinos.
Blanca Silva Garretón
LE 5.256.923
¿Para cuidarte?
La policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires anuncia en su página web su misión cerca de los vecinos: "Estamos para cuidarte". Sin embargo, en el garaje ubicado en la calle Uriburu, entre Santa Fe y Arenales, se ve a distintos agentes a toda hora sentados tomando mate con algún cuidador, conversando con algún otro empleado del lugar y hasta sentados dentro de la cabina donde se cobran los alquileres, viendo televisión. Quise hacer la denuncia a través de la línea 147, pero insistieron tanto en que debería ratificarla personalmente que me pareció que querían disuadirme de que la hiciera.
Espero que el jefe de la comisaría 17, de quien dependen, se ocupe de que cumplan con su trabajo.
María José Montenegro
DNI 16.335.804
En la Red
Llaman a otro paro de 48 horas los docentesbonaerenses
"Mal ejemplo los docentes, estamos todos igual, pero yo sigo trabajando" -Caro Tiplisky
"No vale la pena comentar. Los únicos que se perjudican son los alumnos" -Marcela Baggetta
"Después quieren que la Argentina salga adelante... ¡Señores, un país se saca adelante trabajando!" -Santi Marga Rodríguez
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