Dos vidas a 33 revoluciones por minuto
Linko y Jack son dos marginales cuyas vidas sedientas de hambre y de trabajo se cruzan de casualidad y quedan entrelazadas para siempre. O, al menos, durante el tiempo en el que transcurre la historia de 33 rpm, de Juan Guinot, editada por el sello independiente También el caracol. Son los años posteriores a la crisis del 2001, las calles porteñas están repletas de cartoneros y en las ferias de parques como el Centenario se vende de todo, literalmente. En ese escenario desolador conviven "trapitos", libreros de usados, adivinadores y lúmpenes. Lo más fascinante de la novela es que el autor logra combinar un tono realista y coloquial, en especial en los diálogos y las descripciones, con escenas fantásticas que sorprenden; siempre, con humor y sin juzgar a los protagonistas que hacen lo que pueden con sus vidas y están rodeados de personajes secundarios extraordinarios.
Estructurado en dos lados (A y B), como los discos, y con una "duración de 112 páginas", 33 rpm es uno de esos libros que no se pueden largar hasta el final. Esta historia de perdedores con códigos invita a la relectura, como sucede con la buena música, que uno quiere volver a escuchar.