El espejo de las aguas vencidas
Buenos aires, 10 de octubre de 2012. El agua acompaña con su sonido, acaricia, despliega vida. Pero no en todos lados. En el Riachuelo, aquí, tan cerca, poco lugar tienen los paseos ribereños o la gracia infinita de un rostro que se refleja, tembloroso, en el espejo más antiguo del mundo. Vencidas, estas aguas arrastran desechos que una y otra vez, año tras año, las doblegan. Mientras, las casitas del conurbano insisten en asomar sus perfiles entre los pliegues de la corriente. Como insiste también esa gloria de cielo que las sobrevuela: celeste de cuento o de dibujo infantil, ¿de qué color pintarán el río los chicos que viven en esas casas?
En la orilla desde donde se tomó esta imagen -que el fotógrafo invirtió deliberadamente- el paisaje porteño miente una costanera de árboles y césped. Pero la verdad está donde la lente hizo foco, en lo que reflejan, turbias aunque sinceras, las aguas. Una desidia inconcebible. Un continuo desprecio por las vidas de quienes habitan allí porque no tienen otro lugar donde estar. La Corte Suprema ya manifestó su preocupación. La Sociedad Científica Argentina denunció que todavía no se ha determinado qué factores, concretamente, contaminan este río, como tampoco se registró fehacientemente a la población afectada. Poco parecen importar sus advertencias: nuestras vidas siguen, de espaldas a los vecinos que pisan barro contaminado, respiran un aire impregnado de vaya a saberse cuántas sustancias tóxicas, se resignan a ver a sus hijos chapotear en los restos de una corriente mortífera.
No obstante, hay tortugas, dicen -y muestran- quienes frecuentan la zona. Escamoteando el peligro de extinción que rige para su especie, algunos ejemplares parecen encontrarse a gusto en estas poco amigables costas. Como una vuelta de tuerca de Galápagos , la novela del enorme Kurt Vonnegut. Allí, un Apocalipsis difuso terminaba con la humanidad, apenas continuada por algunos sujetos que mutaban -Darwin circular- y se convertían en anfibios. ¿Continuarán viviendo las tortugas del Riachuelo el día en que nuestra necedad lo haya arruinado todo?
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