El fondo del Conurbano
El conurbano bonaerense es una zona muy conflictiva de la Argentina. Si sumamos Capital Federal y los partidos aledaños la población de esta zona ascendía a 13.591.863 según el censo del 2010. Considerando el Conurbano Bonaerense solo, también llamado Gran Buenos Aires (24 partidos de la Provincia de Buenos Aires aledaños a la Capital Federal), vivían 10 millones de personas, el 25 % de la población del país, según dicho censo. Este número ha crecido enormemente en los últimos 6 años. Muchos de sus pobladores han venido en distinta proporción de todas las provincias y de los países vecinos. Esta gran concentración de población superó la planificación urbana y se han creado numerosas "villas" y muchos partidos adolecen de falta de infraestructura tanto física como social para atender bien a ese gran número de personas.
Por este motivo, años atrás se creó el Fondo del Conurbano, por Ley 24.073 de 1992, y se decidió alimentarlo con el 10 % de la recaudación del impuesto a las ganancias. Estos recursos estaban destinados a reparar el déficit mencionado. Sin embargo, en 1996 se aprobó un tope nominal de $ 650 millones para el Fondo del Conurbano Bonaerense destinado al GBA, a través de la Ley 24.621. El excedente de recursos sobre dicho tope debía ser repartido entre las demás provincias, según los coeficientes de distribución secundaria de la Ley de Coparticipación. Con el gobierno que se inició en 2003 comenzó un proceso inflacionario que licuó el límite máximo nominal de $ 650 millones por año recibido por Buenos Aires.
En 2015, en lugar de 10 % del impuesto a las ganancias destinado a la reparación de esta zona, sólo se le envió el 0,2 % de dicho impuesto, que representó el 1,3 % del monto del Fondo del Conurbano. Se ve lo injusto que ha sido esta decisión en la que se estima influyeron motivos políticos. La administración Kirchner, en sus casi 13 años en el poder, trató de establecer una relación directa Nación-Municipios, salteando al gobernador, y de esta manera consolidar una hegemonía política en esa región que es la más importante del país. Este tipo de relacionamiento constituía una gran anormalidad, pero se siguió adelante con el mismo.
Para el año 2016, aceptando una inflación promedio del año de 35 %, la recaudación del impuesto a las ganancias se ubicaría en los $ 514. 000 millones. Si se vuelve al coeficiente establecido oportunamente, que era de 10 % sobre esa recaudación, los fondos que podría recibir la provincia de Buenos Aires para este fin serían de $ 51.000 millones, es decir 78 veces mayores que los que les dio el gobierno anterior. Este mismo número nos señala el tamaño brutal de las distorsiones a las que fue sometido el país y, además, debemos recordar que no fue la única distorsión desproporcionada que hemos vivido.
No vamos a describir el desorden del Gran Buenos Aires pues se puede leer diariamente en los periódicos, ver en los noticieros de televisión o escuchar en los noticieros de las radios. Es realmente lamentable el enfoque que se le dio a este problema, sobre todo después de que la elección de Presidente se transformó en elección directa y no por electores elegidos por el pueblo. Las provincias chicas han quedado muy disminuidas en la elección presidencial y la gran masa de votos del GBA se ha transformado en muy determinante para elegir Presidente, en un país en que el presidencialismo se ha acentuado enormemente.
Esperemos que se corrija este desvío y se vuelva a la lógica de un país que quiere desarrollarse y modernizarse con políticas de largo plazo. Recordemos también que el fondo del conurbano no debe ser para siempre, sino que debe tener un límite en el tiempo. Este aumento de casi 80 veces en los fondos para el conurbano debe concretarse para poder mejorar la vida en esa región tan importante del país.