El IRA dio otro paso hacia la paz
En un paso histórico para el proceso de paz en Irlanda del Norte, un grupo de observadores independientes anunció que se había producido la destrucción total -en una ceremonia secreta- del enorme arsenal del Ejército Republicano Irlandés (IRA), medida con la que se pondría fin al más sangriento conflicto sectario de Europa occidental, que en las últimas tres décadas dejó más de 3000 muertos y unos 20.000 heridos.
El desarme, reclamo fundamental de los acuerdos de paz de 1998, representa un acontecimiento sin precedentes para la organización terrorista que ha luchado por una Irlanda unida desde el momento en que la isla se dividió, hace ya más de 80 años. El 28 de julio último, la guerrilla católica irlandesa había declarado el fin de la lucha armada y el compromiso de perseguir sólo con medios pacíficos, políticos y diplomáticos el fin del dominio británico sobre el norte de Irlanda y la reunificación de ese país. En dicha ocasión, y para ratificar sus anuncios, se había comprometido también a la destrucción de todas sus armas, circunstancia que acaba de verificarse.
El arsenal del IRA ha sido considerado uno de los más grandes de Europa y siempre fue un obstáculo en el diálogo entre unionistas y nacionalistas de Irlanda del Norte. La histórica decisión de la organización guerrillera católica fue verificada por el jefe de la Comisión Internacional Independiente sobre el Desarme de Irlanda del Norte, el general canadiense John de Chastelain, con la supervisión de dos representantes de las iglesias, el padre Alec Reid, sacerdote católico, y el reverendo Harold Good, pastor metodista. "Hemos observado y verificado cómo se desmantelaron cantidades muy grandes de armamento, las que creemos que incluyen todas las armas en posesión del IRA; éste puede ser el final del uso de las armas en la política irlandesa", señaló el general Chastelain.
El IRA confirmó más tarde que todo su armamento había sido destruido y que el inventario de las armas inutilizadas había sido comunicado a los gobiernos británico e irlandés, aunque no se publicará inmediatamente. No obstante, se descuenta que el arsenal incluía fusiles Kalashnikov, ametralladoras, morteros, lanzallamas, misiles tierra-aire, pistolas, material explosivo y municiones.
Conocida la noticia, el primer ministro británico, Tony Blair, elogió el desarme y lo consideró una importante instancia en el proceso de paz en el Ulster. Por su parte, el premier irlandés Bertie Ahern se mostró satisfecho con ese hecho histórico y la Casa Blanca celebró el desarme, al que definió como una primera etapa crucial" hacia la paz en Irlanda del Norte.
Sin embargo, los protestantes de Irlanda del Norte hicieron evidentes sus dudas: "Nadie puede decir que hayan sido puestas fuera de uso todas las armas del IRA", dijo el líder del Partido Democrático Unionista, Ian Paisley.
El desarme del IRA constituye un hito histórico en el proceso de paz en el Ulster y está llamado a impulsar las negociaciones para el restablecimiento del gobierno de la provincia, suspendido desde 2002. En definitiva, desde los acuerdos alcanzados el Viernes Santo de 1998, el anuncio de la destrucción de los arsenales es el paso más importante que se ha dado en la búsqueda de una solución pacífica y duradera a los problemas que afectan a Irlanda del Norte, actitud que permitiría alentar también esperanzas de que en un futuro no tan lejano otras organizaciones guerrilleras decidieran seguir este ejemplo.