El largo viaje
Luz fría. Luz cálida. Sombras pesadas, de noche sin estrellas. En este micro hay barbijos, bolsos y sin duda incertidumbre. Adentro –luz cálida– algunos se acomodan junto a las ventanillas, buscan un lugar para ellos y sus escasas pertenencias. Sobre el techo –luz fría– otros parecen dispuestos a viajar sumergidos en el abrazo del aire nocturno. Son migrantes que dejan Nueva Delhi. El coronavirus, esa garra invisible que enferma, enloquece y por sobre todo encierra, a ellos les dice que deben partir. En la capital india, como en tantas otras ciudades del mundo, temen el colapso del sistema sanitario. Los casos y los contagios se multiplican a velocidad pasmosa y, con ellos, las medidas extraordinarias no se hacen esperar. Los afortunados de la tierra, los que tienen un techo y un lugar, transitarán el miedo puertas adentro. Los otros, los desposeídos de casi todo, seguirán su largo viaje.