El policía de la esquina
Como todos sabemos o deberíamos saber, todo sistema incluido el social, para el abordaje de cualquiera de sus problemáticas o desajustes propios, requiere del diseño de un subsistema reparador, corrector, o de solución, que operado a través de un reguladores permite, una vez identificado el problema, dirigir la acción correctora o reparadora al lugar en donde se ha detectado el mismo.
El mayor o menor éxito o el fracaso de tal operación, está relacionado de manera directa y determinante con el regulador que se manipule. Y en esto indudablemente juega un papel relevante, el espacio y el tiempo, incluidos obviamente el análisis, la planificación táctica y estratégica, y la eficacia.
Reiteradamente escuchamos, como se vuelve al mismo lugar al momento de ofrecer propuestas para resolver la cuestión de la inseguridad ciudadana. Entre ellas, la más reiterada es que hay que volver al "policía de la esquina, o de la cuadra, o de la manzana". Y tal afirmación se sustenta en argumentaciones tales como que, es conocido por los vecinos, entonces se podría detectar desconocidos, merodeadores no conocidos, etc.
Entonces, habría un control directo de quienes son los propios y quienes son los ajenos, y así podríamos prevenir hechos de inseguridad ciudadana.
Así las cosas, en ciudades de tipo cosmopolitas, como la ciudad de Buenos Aires, y la mayoría de las capitales de provincias, y otras ciudades con una mediana urbanización, en donde circula y transita un importante flujo de turistas y hombres de negocios, extranjeros, y ajenos al barrio o a la cuadra, todos ellos serían merodeadores sospechosos. Ni todo es doméstico ni todo es epistemológico.
En algunos casos alcanza con reproducir soluciones culturalmente aceptadas y en otros supuestos, habrá que reconstruirlas a la luz del nuevo marco espacio temporal. No por obvio, deberíamos dejar de recordar que los problemas complejos no se resuelven de forma lineal y sencilla, sino que muchas veces requieren una solución compleja de aplicación sencilla.
En honor al policía de la esquina, es probable, que haya que ver el mismo problema desde otro ángulo, o acertar en el regulador del subsistema corrector o reparador. Los argentinos registramos una marcada tendencia a manosear los reguladores equivocados.
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