El recolector rampante
KHAN YUNIS, FRANJA DE GAZA.- Fue Italo Calvino quien alguna vez concibió un personaje cuya forma de desobediencia consistía en un gesto simple pero curioso: cansado de las reglas que le imponía el mundo de los que tienen "los pies sobre la tierra", decidió pasar sus días entre las copas de los árboles, y aun era capaz de moverse largas distancias valiéndose únicamente de las ramas, sin tocar jamás el suelo. Esta fábula extraña era también, a su manera, una forma de evocar un paisaje perdido, uno poblado de bosques cuyos árboles permitían imaginar semejante aventura. En el mundo real del siglo XXI, vemos aquí a un trabajador de los olivos en la Franja de Gaza que se toma un respiro en la cosecha mientras está "en equilibrio en puntales tan frágiles como ramas en el vacío", en el mismísimo terreno en el que realiza sus tareas. Y que involuntariamente hace que evoquemos aquel singular gesto de desobediencia.
Edición fotográfica de Dante Cosenza