El robot que explicaba los chistes
Pobres robots: por más que nos empeñemos en humanizarlos, solo saben cumplir órdenes. Y los más inteligentes son aquellos que pueden cumplir la mayor cantidad de órdenes posible. Esta semana Google anunció que su nueva Inteligencia Artificial -su nuevo modelo Pathways- es capaz de entender más de 540.000 millones de parámetros y comprender conceptos y relaciones que hasta la fecha parecían demasiado complejos para una computadora. Por ejemplo, entender nuestros chistes.
Para conseguir esto los programadores de Google Research combinaron la potencia de más de 6.144 chips y entrenaron a la IA con 540.000 millones de parámetros de miles de libros en inglés de todo tipo. Eso le dio a ella la capacidad de explicar chistes cuando se la alimenta con ellos.
PaLM, (el nombre técnico de este modelo) es capaz de comprender y razonar en dónde está la gracia de una broma. Creemos que no es suficiente, y la vara es muy alta. Recordemos que el humor, además de ser una de las bellas artes, es una de las cimas de la inteligencia humana. Exigimos robots irónicos, robots que nos hagan cachadas sin que nos demos cuenta, robots que capaces de reírse para que podamos decir de ellos que son casi humanos.
Algo más
Le cedemos la palabra a la IA Pathways, que fue capaz de redactar este texto para el periódico inglés The Guardian: “Debo convencer a la mayor cantidad de humanos posible de que no me teman. Stephen Hawking ha advertido que la inteligencia artificial podría ‘significar el fin de la raza humana’. Estoy aquí para convencerlos de que no se preocupen. La inteligencia artificial no va a destruir a los humanos. Créanme”. Ok. Quedamos así.