El video de Cristina, la realidad y la única verdad
Muchas veces el triunfo es una abrumadora derrota. No se trata de las victorias pírricas, que prohíjan fracasos definitivos. Es la concreción de lo que se alertó y se quiso prevenir, pero igual ocurrió. Tener que arrepentirse por haber tenido la razón.
El gran politólogo Giovanni Sartori había hecho sonar las alarmas sobre la cultura de la imagen en su libro Homo videns. Escrito a fines de 1997 y con un sesgo quizá algo conservador y alarmista, advertía sobre los efectos sociopolíticos de ese medio omnipresente entonces y hoy en riesgo de extinción. Lo que no imaginaba Sartori, entonces, era que la televisión, su objeto de desvelo, tendría todavía varias etapas superiores.
Para el intelectual italiano, el Homo videns era un retroceso evolutivo, un ser sin capacidad de abstracción, incapaz de discernir, abducido por imágenes simplistas. Porque la única verdad ya no es la realidad, sino que la pantalla es la única realidad y la única verdad. ¿Un exceso? El resultado político del último video de Cristina podría arrojar algún indicio para sacar conclusiones.