Entredichos urbanos cruzan la barrera de la razón
Llaman poderosamente la atención las razones que intentan justificar las acciones
La escena se repite en la Capital: un auto mal estacionado, la grúa que intenta llevárselo y la eterna discusión entre el conductor o el inspector de tránsito con el dueño del vehículo.
Algunos entredichos urbanos cruzan la barrera de la razón. Y terminan con golpes de puño, como ocurrió días atrás en la calle Montevideo, casi esquina Corrientes, en la zona del centro. Allí, en otra escena de Relatos Salvajes, pero filmada por un peatón con su teléfono celular, un hombre resistió a las trompadas a que la grúa acarree su auto, mal estacionado. Y apuntemos a este detalle no menor: estaba "mal estacionado".
Hoy, poco sorprende este tipo de reacciones en la vía pública, pero sí llaman poderosamente la atención las razones que intentan justificar estas acciones. "El auto estaba sólo unos metros en la línea amarilla", dijo el conductor, que hasta fue invitado a un programa de televisión. Pero no es el único que se excusa: "Lo dejé cinco minutos en un garage y me lo llevaron", suele escucharse. O también: "Todo el mundo estaciona en las esquinas".
Un metro en la línea amarilla es infracción aquí en Buenos Aires y también en la China
El primer punto para intentar soslayar la polémica es que las leyes están para cumplirse. Es cierto: los argentinos sabemos bastante poco de esto. Un metro en la línea amarilla es infracción aquí en Buenos Aires y también en la China. La diferencia es que entre una cultura y otra –y entre un Estado y otro– hay un océano de distancia. Eso sí: nos creemos con derecho a protestar por todo, incluso cuando somos los primeros en transgredir las normas.
Otra discusión será qué tan bueno es el accionar del sistema de acarreo porteño, donde las grúas recogen entre 8000 y 12.000 autos por mes y cruzan el centro de la ciudad a toda velocidad. Las dos empresas que tienen el negocio funcionan con un contrato vencido en 2001, que se prorroga año tras año, sin licitar. En muchos casos, acarrean autos cercanos a los puntos donde están sus depósitos. Hacen el popular "circuito calesita", que mejora su eficiencia y rentabilidad. Pero esta es otra historia. Que para nada debe invalidar las obligaciones que los ciudadanos tienen ante las normas viales.
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