Escuelas en mal estado
A raíz de un hecho fortuito ocurrido hace unos días en el colegio Mariano Moreno, se ha hecho pública una lamentable contratación realizada entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y un grupo de empresas "fantasmas", destinada, según se dijo, a obtener una evaluación del estado físico de las escuelas de la ciudad.
Los resultados de estas evaluaciones, armadas sin ningún criterio técnico-profesional, fueron tan negativos, que no pudieron evitar el accidente a que nos hemos referido anteriormente. Lo más lamentable es que en la actualidad no se puede confiar en la veracidad de dichos informes, dado que aparentemente fueron ejecutados sin el menor viso de seriedad.
Errores de evaluación
¿Cómo es posible que se pueda realizar la evaluación de 820 escuelas en un plazo de cuarenta y cinco días? Es que aquí el desacierto no es sólo de quienes tomaron a su cargo la realización de los trabajos, sino también de los funcionarios o técnicos, que demostraron un total desconocimento de la forma en que se realiza un estudio de este tipo.
Una evaluación de la infraestructura educativa puede realizarse solamente si se organiza un adecuado planeamiento físico educativo, siguiendo las normas elaboradas por la Unesco y aplicadas eficazmente en numerosos países del mundo. Esto fue totalmente ignorado y desconocido por los que se ocuparon de esta evaluación, y su trabajo se limitó a anotar en simples planillas lo que veían en las escuelas visitadas. Lamentablemente, esta pobreza de criterios y un total desconocimiento de la metodología de investigación dieron como resultado la falta de una adecuada información del real estado de la infraestructura escolar existente.
Quienes conocen la metodología del planeamiento físico para la educación saben que su realización requiere el cumplimiento de un número determinado de etapas, la primera de las cuales, análisis y diagnóstico, no puede ser realizada con la información superficial que se manejó en este seudoestudio de calidad. Analizar la infraestructura existente, proponer los criterios necesarios para su desarrollo, organizar los trabajos para una realización práctica e implementar los criterios para una evaluación de resultados son los pasos mínimos necesarios para llegar a conclusiones satisfactorias en este tipo de investigaciones.
Criterios y normas
Indudablemente no se puede seguir trabajando de esta misma manera.Los funcionarios deben entender que los aspectos físicos educativos deben ser encarados siguiendo ciertas normas y criterios que ellos mismos deben respetar. Mas aún, deben realizarlos siguiendo también las experiencias acumuladas en otros países del mundo en donde se realizaron estudios similares y se obtuvieron resultados mucho mas que satisfactorios.
Es el caso de Venezuela, donde el Estado creó la Fundación de Edificios y Dotaciones Escolares (FEDE) para evaluar y atender el mantenimiento de la infraestructura y el equipamiento escolar. El trabajo fue realizado por un equipo de profesionales preparados por la Unesco, que evaluó la calidad de las escuelas existentes y concluyó con una eficiente organización de toda la comunidad educativa, preparada para conocer y preservar las escuelas antiguas y nuevas que había recibido del Estado. El trabajo con cada comunidad en particular fue exitosamente organizado, y se complementó la información con una serie de publicaciones destinadas a hacer conocer a cada grupo humano cómo es su escuela, cómo detectar posibles fallas y hasta cómo poder solucionar ciertos problemas, si ello puede estar a su alcance. Encarar con estos criterios la investigación de la calidad de la infraestructura educativa será una actividad posible y necesaria para llegar a conocer el verdadero estado en que se encuentran las escuelas de la ciudad de Buenos Aires.