Un breve drama
Se dan por sentado los radares, las previsiones, el informe meteorológico actualizado, la precisa conectividad. Sin embargo, cómo dejar de ver un breve, electrizante, drama en esta foto. La historia de una huida: el yate diminuto, la estela que deja tras él. La tormenta que acecha, una cortina de nubes y amenaza que ocupa todo el cielo. La visión es bella, terrible y de seguro final feliz. La nave está cerca de la costa francesa que da al Mediterráneo. Lo suficientemente próxima a Niza como para que sus ocupantes sepan que no corren peligro. La tecnología, el planeta convenientemente ocupado, tasado, regulado: hay una grilla que nos protege. Nos enmarca. Nos contiene. Aunque cada tanto, y como si nada, aparezca el otro lado del espejo, la verdadera medida. Y aquel atisbo que tuvieron los románticos del siglo XIX: lo que está allá afuera es sublime y apenas nos considera.