Pequeño fuego
Un mismo color para cubrir el cielo, reflejarse en el agua, dar una voltereta y aparecer, crepitante, en un pequeño fuego. El hechizo de esta foto está en la paleta de colores: gentileza de la hora del día, de la nubosidad ambiente. Paradójica y probablemente, gentileza también de la contaminación que filtra la luz a su caprichosa manera. La imagen es bella, como tantas cosas vistas a la distancia. Si nos aproximamos, aun en la maravilla de esa luz que no arde pero tiñe todo de tornasoles rojizos, surge el dolor. La crueldad de la pobreza, su condena, la marcha lenta de quienes simplemente nacieron en una cuna sin favores. Las huellas del conflicto: quienes rodean la minúscula fogata son granjeros que participaron de una protesta en Delhi, India. Ni la primera ni la última; una más, en una sucesión tan fatal como la humanidad misma.