La luz y el misterio
El claroscuro y su magnetismo. Porque la dialéctica entre las tinieblas y la luz, la sospecha de que aquello que vemos siempre es ínfimo en contraste con todo lo que se nos escapa; porque el secreto, la duda y la ambigüedad –lo bien que lo sabían los directores del film noir– siempre estarán allí, atravesándonos. Imagen en la senda del arte que Rembrandt llevó a la cúspide, esta fotografía atrapa como un imán. Apenas es posible sospechar la antigüedad del entorno; solo se ven dos manos, el detalle de un torso y un rostro al que por poco también se lo devoran las sombras. El hombre está sumergido en el interior de un antiguo templo hindú en la ciudad de Srinagar, en Cachemira. Trabaja en un proyecto de restauración, con vistas al turismo que visita la zona. El haz de luz que tan certeramente lo señala obliga a pensar en desconocidos y lejanos arquitectos, diestros en convocar la esquiva sustancia del misterio.