Género, ficción y la aniquilación de la especie
Un cataclismo. Una llegada extraña e inesperada. Ese es el contraste entre la inminente Annihilation (2018, sin estreno local previsto) y La llegada (2016), dos ejemplares contemporáneos de un género que bien podría llamarse “ciencia ficción inquietante”. En ambas, la lentitud y los cuestionamientos filosóficos se imponen sobre el despliegue hi-tech y los efectos especiales.
En La llegada (dirigida por Giles Villeneuve justo antes de Blade Runner 2049) es una mujer, Amy Adams, la que desarrolla una conexión con extraterrestres y evita una conflagración mundial. En Annihilation (de Alex Garland, el mismo de Ex Machina), son todas mujeres las que encabezan a los pocos sobrevivientes de un desastre humanitario y una bióloga (Natalie Portman) destaca entre ellas.
En ambos casos, importa menos la vida y la muerte o la futurología especulativa, clásicas del género, que la trama introspectiva e íntima de esas mujeres, sensibles agentes del cambio, cuyo rol se vuelve clave para la especie humana.