Hoy, Cristina Kirchner
Cristina : (mirándose las manos, pensativa) Y, sí. Cambié toda la decoración. Si El volviera, no reconocería nada.
Terapeuta :
C : (con una leve sonrisa nostalgiosa) Me lo imagino a los gritos: "¿Dónde me lo pusiste a Moyano? ¿Qué hace Righi en el cajón? ¡Me tiraste a Eskenazi! ¿Y ese muñeco?"
T : Es interesante el ejercicio. ¿Y usted qué contestaba cuando El le cuestionaba la nueva "deco"?
C : (inspira profundo, se mira el anular izquierdo y piensa) Lo miraría con amor pero con firmeza y le diría: "Cambié la "Para Ti" por la "Para Mi". No hay nada personal con tu amigo Righi. Ya sé que en su momento lo frenó al fiscal Garrido que investigaba nuestro enriquecimiento. Pero ahora está más grande y le tiembla un poco el pulso. Ya no está para operar. Por eso le pedimos que deje el quirófano libre".
T : ¿Pero no es un camporista de la primera hora?
C : (mira de costado, socarrona) Hoy me son más útiles los de última hora.
T :
C : (mira el celular, ansiosa) Estoy esperando que me llamen del mercado -perdón, del Senado- para ver cuántos votos conseguimos para Reposo. (guarda el teléfono, resoplando)
T : La noto nerviosa .
C : ¿Nerviosa? No, estoy bárbara. ¿Escuchó la medida que tomé con el tema carne?
T : No .
C : Prohibí la faena de mi vicepresidente. Todos tienen orden de salir a bancarlo. (sonríe, irónica) Me da gracia que me pongan como ejemplo a Dilma. Me dicen que tengo que hacer como hace ella. Pedirles la renuncia a los funcionarios sospechados de corrupción. Me quieren convencer de que con cada renuncia, crece la imagen positiva del gobierno. (sonríe y hace que no con la cabeza) Ella porque no tiene un Magnetto. Mire si yo le voy a ofrendar la cabeza de mi vice, elegido por mí, a ese señor.
T : El otro "El". El Dios malo.
C : (indignada) ¿Pero usted tiene alguna duda de que con el tema Boudou nos quieren hacer otra 125 los grupos dominantes? Me parece que su postura es un poco ingenua.
T : Terapéuticamente, es cierto. Fui ingenuo. Si Magnetto ocupa un lugar en su relato, y lo completa, no debí haber hecho ese señalamiento. Le pido disculpas. (nervioso, intenta retomar el control de la sesión) Pero quería volver al ejercicio de imaginación que usted hacía hace un rato. El de la ¨redecoración¨. De lo que estaba antes y usted descolgó. ¿Le genera, tal vez, culpa?
C : (se encoge de hombros, defensiva) Si lo dice por Eskenazi, le aseguro que no me da ninguna culpa. ¿No invirtió? ¿Los españoles no invirtieron? Bueno. Se tendrán que avenir a las consecuencias. ¿Vio el proyecto que anda dando vueltas en el Congreso para expropiar YPF? (se le ensancha la sonrisa) ¿Sería lindo, no? Yo a veces fantaseo con el spot en tele. Andrea del Boca, llorando, abrazada a un surtidor, mira a cámara y dice: ¨Bienvenida otra vez a casa, YPF. Te extrañamos mucho¨. Entonces el locutor lanza el gran eslogan: ¨Carguemos nafta en YPF. Carguémosle nafta al país¨. (hace une mueca de bronca)
T : ¿Qué recordó?
C : Déjeme que le lea algo que me irritó mucho. (se pone los anteojos y busca en el celular) "En el 92 apoyaron la privatización de YPF con la misma convicción con que ahora quieren estatizar. Después forzaron la incorporación del entonces amigo de la casa, Eskenazi, además presidente del Banco de Santa Cruz. Hasta el año pasado negaban cualquier problema energético y hasta festejaron los hallazgos de Repsol de millones de barriles en el yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén. Estábamos por ser la Kuwait sudamericana. Pero de repente dieron las doce y terminó el hechizo. Nos enteramos de que no somos autoválidos energéticamente. Que importamos el gas que antes exportábamos. Que hay que poner 14.000 millones para traer combustibles. Que Eskenazi y Repsol no invertían, pero no por culpa del contrato que les avaló Kirchner, sino porque son feos, sucios y malos. Entonces en Argentina, lo difícil de hallar no es petróleo. ¿De dónde se extrae la verdad?"
T : ¿Pero le preocupan estas opiniones?
C : (descubierta en su inquietud, se vuelve a blindar) Para nada. Es la corpo mediática.
T : Ajá.
C : (sonrisa irónica) Acuérdese lo que le digo. Ahora va a ver que los gorilas se ponen de parte de Righi, como si fueran camporistas de la primera hora, y que hasta van a defender al rubio de ojos celestes Moyano. (refunfuña, enojada) Qué hipócritas. Los que fueron sus enemigos históricos, ahora pasan a ser sus amigos. (se queda inmóvil, en repentino insight) Bueno. Y en realidad, los que eran nuestros amigos históricos, pasaron a ser enemigos.
T :
C : Espero que nadie diga: al final, ésa es la única movilidad social comprobable.