"Internet no es enemiga de los diarios; fomenta la lectura"
El presidente de la Asociación Mundial de Diarios, que representa a 17.000 publicaciones de 93 países, asegura que el auge de la Red no está quitándoles lectores a los medios gráficos y que, por el contrario, motiva a los más jóvenes para que se acerquen a la información en papel.
LA explosión de Internet puede estar fascinando al mundo entero y revolucionando antiquísimos hábitos de la vida cotidiana, pero despierta incertidumbres e incógnitas en una de las industrias más legendarias: los diarios.
Es una rara paradoja. No existe informe alguno que indique que los lectores estén abandonando el producto en papel para reemplazarlo por la versión online . En muchos países, ante el peligro que representa la proliferación de sitios de avisos clasificados, los diarios respondieron instalándose en el mercado virtual para asegurar los ingresos que se hallan en jaque.
Más aún: según el último reporte de la Asociación Mundial de Diarios (WAN), la vieja tendencia decreciente en la compra de ejemplares se detiene. En los Estados Unidos, en 1998 -los datos del año último todavía no se conocen- las ventas sólo cayeron 1 por ciento, en tanto que los ingresos publicitarios aumentaron 4,6 por ciento. En Europa disminuyeron 0,5 por ciento contra el 8,3 por ciento promedio de baja de los últimos 10 años.
Sin embargo, desde hace algún tiempo, en prácticamente todos los foros de editores las exposiciones sobre Internet van ganando espacio sobre las sesiones en las que se debate el desarrollo y los problemas de los diarios.
¿La razón? El temor al futuro. El interrogante, todavía sin respuesta, sobre si los chicos de hoy, tan acostumbrados a manejarse con las computadores, continuarán siendo, al ingresar en la adultez, ciberlectores .
Posiblemente, la voz más autorizada en la materia, el presidente de la WAN, el sueco Bengt Braun, no sólo cree que estos miedos son infundados sino que, por el contrario, considera que el auge de Internet no aleja a los lectores de los diarios, sino que los atrae.
"No hay indicio alguno que yo haya visto de que Internet nos esté quitando lectores. Es al revés. La Red ayuda a la gente a acercarse a los diarios, porque no hace otra cosa que introducir a la gente joven, que antes no leía, en la lectura de los medios escritos", dijo el titular de la WAN, de paso por nuestro país, en una gira por México, Colombia, Chile y Brasil, para promocionar la próxima reunión de la organización, en junio, en Río de Janeiro.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones sobre las que se hará hincapié en el encuentro de Río de Janeiro?
-Serán aquellas que están vinculadas directamente con el negocio: qué tipo de amenaza es Internet, si nos quitará lectores y avisos, si vamos hacia una muerte lenta...
-¿Es así?
-Yo pienso que no sólo tenemos posibilidades de sobrevivir sino de prosperar. El papel que desempeñan los diarios es muy diferente del que cumplen Internet o la televisión. Nosotros tenemos el tiempo y los recursos para explicar, contextualizar y mostrar la información en todas sus dimensiones, cosas que la TV y la Red están imposibilitadas de hacer por falta de tiempo y estructura. Cuando cae un avión, nosotros podemos hacer lo que nadie puede: dar en un solo ejemplar varias páginas con crónicas detalladas, perspectivas, análisis, gráficos, testimonios, fotos y otros enfoques de esa noticia. Nadie puede superarnos en profundidad. Lo hemos medido: lo escrito en una página equivale a lo que se dice en 30 minutos de un noticiero.
-Pero el hábito de la lectura se ha ido perdiendo...
-Sí, y los editores debemos preocuparnos por esto. Debemos invertir más en el desarrollo de nuestros productos, porque a esto se destina un promedio del 1 o 2 por ciento de las utilidades de la industria, lo que es muy poco. Para mí, la disyuntiva es clara: desarrollarse o morir. Todo diario puede y debe mejorar su calidad editorial, porque es allí donde se gana la partida. Todo diario puede ser más inteligente al ofrecer paquetes de avisos. Podemos ir más allá y brindar resultados. Le doy un ejemplo: nuestro principal diario hace tres años propuso, al mismo precio, mantener los avisos de búsqueda de empleos hasta que la compañía o la persona encontrara el empleo. Ganamos más avisos y no nos costó mucho, además de mostrarle al cliente cuánto nos importaba su situación. Estamos en un momento de mucho entusiasmo, las ventas mundiales en los últimos cinco años no cayeron, el número de títulos crece, Internet no ha cambiado estructuralmente la forma de informar...
-Aun así, el dilema sigue siendo cómo ganar nuevos y jóvenes lectores.
-Para esto no hay una solución mágica, lo principal es acentuar nuestras fortalezas: hacer buen periodismo y preservar la credibilidad ganada. El mayor riesgo de los diarios es el mal periodismo, porque mina la base de nuestra relación con los lectores. En cuanto a los jóvenes, creo que debemos estar más envueltos en sus actividades, en las escuelas y universidades, que es donde se promueve el hábito de la lectura.
-Un dato curioso es que los países escandinavos, junto con Japón, son los mayores compradores de diarios del mundo. De cada mil noruegos, 588 adquieren un ejemplar diariamente (la Argentina es de los que tienen el promedio más bajo, con 62 compradores cada 1000 habitantes). ¿Por qué ocurre esto?
-Obedece a que los diarios están escritos para el gran público y no para elites. Otra razón radica en el buen servicio que le damos al lector. Fíjese que el 97 por ciento de nuestros diarios son entregados en los hogares antes de las seis de la mañana. Nuestra obligación es que usted tenga el diario para tomar el café. Y si se va una semana de vacaciones a las montañas, sólo tiene que llamarnos y se lo entregamos en la puerta de su hotel. Otra explicación es el altísimo índice de lectura de las mujeres, que leen mucho más que los hombres.
-¿Cómo está afectando a los diarios la gran cantidad de sitios de Internet que captan avisos clasificados y amenazan con perjudicar sus ingresos?
-En los Estados Unidos, donde más se ha desarrollado este fenómeno, los expertos estiman que el 30 por ciento de los clasificados se irá a Internet. Pero, a su vez, esto se ve compensado por los sitios que instalan o compran los mismos diarios, algunos de los cuales hoy generan hasta el 40 por ciento de sus ingresos.
-Empiezan a surgir en diversos países diarios que se entregan gratuitamente en los subtes y en el tren. ¿Usted cree que representan una amenaza para los diarios de calidad?
-No. Para alguna gente, leer sólo esto es suficiente, y para otra, no. En Londres, uno que salió recientemente, hecho por la agencia (de noticias) Associated Press, es realmente bueno. Hay lugar para todos y, por otro lado, la competencia es sana. Además, estos diarios también fomentan la lectura y atraen a personas que antes no leían ningún tipo de publicación. En Estocolmo hubo gente que empezó leyendo el diario gratuito, llamado Metro, y después se pasó a un diario pago. Aunque para mí, la calidad tiene su precio.
-¿Están perdiendo terreno los diarios de la tarde?
-En muchos países, sí. En los Estados Unidos, por ejemplo, cayeron abruptamente. Existen excepciones, y por lo general se trata de los más serios. Esto pasa porque la gente se ha vuelto más sofisticada, más exigente, y porque los vespertinos compiten contra los canales de televisión, que cubren acontecimientos que diez años atrás eran monopolio de la prensa sensacionalista, como las noticias policiales o las historias de las celebridades.
-Siendo usted el principal embajador en el nivel mundial que aboga por la libertad de prensa, ¿en qué países observa los mayores impedimentos?
-China, Cuba y Vietnam son tres de los peores ejemplos. También Irán.
Como marca la tradición de la WAN, en junio la organización prevé entregar la Pluma de Oro a la Libertad al periodista sirio Nizar Nayouf en recompensa por su lucha por la libertad de prensa. Pero esto difícilmente ocurra en la reunión de Río de Janeiro, ya que Nayouf, de 52 años, está preso en su país desde hace nueve años y se halla al borde de la muerte "a raíz de las innumerables torturas a las cuales ha sido sometido".
Nayouf era el director de la publicación Voto a la Democracia ( Sawt al-Democratiyya ) y el secretario general del Comité para la Defensa de la Libertad Democrática de Siria. Por orden de las autoridades, no recibe atención médica pese a sufrir de un cáncer linfático, una enfermedad hepática y varias úlceras.
Tras habérsele sido negada en varias ocasiones una entrevista con el presidente sirio, Hafez al-Assad, Braun no alberga casi esperanzas de poder entregarle la distinción.
"Las chances de que lo liberen son mínimas", se lamenta, impotente ante la intransigencia del régimen sirio, barrera infranqueable que ni siquiera el poderoso brazo de la WAN ha conseguido vulnerar.
Con sitio
Los EE. UU., Europa y el Japón encabezan las regiones donde más ha crecido la venta de diarios durante 1998. La WAN, entre otros retos, se compromete a oponerse a todo tipo de restricción de la libre circulación de información, periódicos y publicidad. Como quedó claro en las palabras de Braun, la WAN no está en contra de Internet; tanto es así que desde hace tiempo tiene su sitio en la red: http://www.wan-press.org
Perfil
- Bengt Braun tiene 53 años, está casado con Brigitta y es padre de dos hijos, Alexander, de 25, y Louise, de 23. Vive en Estocolmo y se define como "un hombre de familia".
- Es un fanático del hockey sobre hielo y de la caza, practica golf y le gusta mirar partidos de fútbol. Su mandato al frente de la WAN culmina en junio próximo.
- Abogado y graduado en administración de empresas, desde julio de 1998 es presidente y CEO (chief executive officer) del Bonnier Group, un imperio de diarios, revistas, radios, canales de TV, editoriales de libros, sitios de Internet y cadenas de cines, entre otras cosas.
- El grupo de medios, de origen sueco, es el más importante de los países escandinavos y se encuentra entre los 20 más grandes de Europa. Su diario principal es el sueco Dagens Wyheter (Noticias Diarias), que vende 380.000 ejemplares diarios.
- El grupo factura 1700 millones de dólares anuales y da empleo a 9000 personas en 11 países, entre ellos, Suecia, Finlandia, Noruega, Dinamarca, Alemania, Rusia, Latvia, Lituania y Polonia. También tiene participación accionaria en empresas de Francia, Gran Bretaña, Holanda, España, Italia y los Estados Unidos.