Karekin II, antes de la partida

Karekin II, el patriarca supremo y Católico de Todos los Armenios, decidió asistir mañana al Tedéum en la Catedral a pesar del escasísimo tiempo de que dispondrá para alcanzar el vuelo que lo llevará de vuelta a Armenia al cabo de una visita de diez días al país.

La visita del patriarca tiene una gran relevancia para el país, donde la laboriosa comunidad armenia reúne a unas 100.000 personas.

Karekin II, el 132º patriarca desde el siglo IV –el primero fue San Gregorio el Iluminador–, tiene muchos más fieles en la diáspora que en el territorio de Armenia, donde ahora hay libertad religiosa, tras la persecución y la tendencia ateísta de la política soviética.

En aquellos años que corrieron entre 1920 y 1991, subsumida la soberanía del país dentro de la Unión Soviética, la figura del patriarca fue una referencia no sólo religiosa, sino también cultural y patriótica, un símbolo de la unidad de la nación. El 90% de la población pertenece a la Iglesia Apostólica Armenia, en tanto que existen comunidades armenias católicas y evangélicas, con buena relación entre todas.

Baste señalar, a modo de ejemplo, que cuando el papa Juan Pablo II visitó Armenia fue alojado por Karekin II en su propia casa. Fue en 2001 cuando se festejaron los 1700 años de la constitución de Armenia como primer Estado cristiano de la historia, en 301. A aquellas celebraciones asistieron el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega de Constantinopla, Bartolomé I; el de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía, Ignacio IV; el de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, Alexis II, y el entonces primado anglicano, el arzobispo de Canterbury, George Carey, entre 35 altas autoridades religiosas del mundo.

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Aquí también la visita de Karekin II tuvo un carácter de diálogo y apertura. El cardenal Jorge Bergoglio lo invitó a un acto ecuménico en su catedral. "Hoy recibimos a un sucesor de los apóstoles, a un testigo de todo un pueblo mártir cuyo martirio aún hoy se pretende silenciar", dijo Bergoglio.

Especial importancia cabe asignar a los encuentros que tuvo Karekin II con miembros de la Comunidad Israelita Sefardí, encabezados por el presidente, Osvaldo Sultani, y el rabino Isaac Sacca, y con el Centro Islámico, que preside Adel Made. Allí hubo diplomáticos del Líbano, Irán, Marruecos y Siria. De donde se ve que los armenios no tienen problemas con los musulmanes, con quienes conviven pacíficamente en muchos países, sino con el Estado turco, que no reconoce haber perpetrado un genocidio a comienzos del siglo XX.

El director del Registro de Cultos, José Camilo Cardoso, acompañó casi todos los actos de Karekin II; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, lo recibió en la Cancillería, y el presidente Kirchner, en la Casa Rosada.