La clausura del Colón
¿Se puede justificar que en el País en el que actuaron directores de la talla de Arturo Toscanini, tenores de los quilates de Beniamino Gigli, de intérpretes como nuestra coterránea Martha Argerich, entre otras ilustrísimas figuras que descollaron en el campo de la verdadera música, la que llamamos clásica, la oligofrenia y estupidez sindical consiga que sea realidad una aberración tal como la clausura del Teatro Colón?
Me pregunto si no estaremos influenciados por una corriente funesta que provoca la alienación de los melómanos, quienes nos regocijamos con la verdadera música y el con el verdadero canto; evidentemente, en función de la realidad que vivimos, la tendencia existe.
¡Qué diferente a aquellos acontecimientos líricos de los años cincuenta y sesenta! O qué distinta la actividad universitaria de esos años (antes de 1966 por supuesto). Por ello me pregunto ¿Alguna vez volveremos siquiera a aproximarnos a lo que fuimos en intelectualidad y cultura? Quisiera que así sea.
lanacionar